Recuerdos para una madrugada

[FONT=&quot]Las manos se van guardando en los bolsillos de una interminable nostalgia. Ramiro se despide cabizbajo. Deja una nota con letras con sabor a sal. La noche cae desvaneciendo el glamur de las luces decembrinas que adornan la avenida Paseo de Montejo. Enciende el último cigarrillo y mira el cielo. Parece que lloverá – piensa evitando recordar los labios de Rosario.

[FONT=&quot]La suela de los zapatos se va desgastando junto a los ánimos inconsolables. El alcohol que bebió con Alberto lo están haciendo llorar. El frío cala los huesos y desconsuela los sollozos que brotan sin querer. Tira la colilla del cigarrillo y se pierde en la soledad de la avenida Colón. Se lleva las manos al pecho apretujando el abrigo. El semáforo está en rojo. Un camión de volteo hace su alto. Ramiro se quita el abrigo, la camisa, los zapatos.

[FONT=&quot]El conductor piensa en voz alta.

[FONT=&quot]- Está loco ese cabrón, seguro está bien pasado.

[FONT=&quot]Acelera y se oye un golpe seco. Rechinan las llantas al frenar. Ramiro perdió la batalla contra el camión de volteo. El conductor lanza improperios de desesperación. La sangre corre por el asfalto. Las manos ha dejado de latir pero la nostalgia aún ronda por los bolsillos de una madrugada propicia para recordar.

 

Muy fuertes esos reuerdos, reordando esa madrugadaa, chiquita prosa ,pero, con argumentos como me gustan ,un abrazo

 

La vida está hecha de recuerdos...

Gracias por dejar tu huella en estas letras.

Saludos!!