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Recuerdos...

Tema en 'Prosa: Ocultos, Góticos o misteriosos' comenzado por loko vini, 30 de Agosto de 2016. Respuestas: 0 | Visitas: 553

  1. loko vini

    loko vini Poeta recién llegado

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    20 de Abril de 2014
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    Género:
    Hombre
    Enero del 90, mientras cae la tinta negra sobre el día agonizante, mis débiles sollozos irrumpen en la espera menguante de mi madre que consumida por el desembarazo descansa aliviada sobre la camilla, suspendido en el aire como volátil mariposa mi cuerpo desnudo se recoge a los brazos gentiles de ella, nuestras miradas se trenzan, nuestros corazones parpadean por igual y la fugaz mueca de alegría se desenmascara en nuestros sorprendidos rostros; mientras afuera en el impaciente pasillo blanco, mi padre es elogiado por tener un varón como cría.

    Pasan las horas entre expatriadas voces de alados ángeles diminutos que ríen, se dispersan y se funden con el balbuceo extraño de mi madre, las noches son cortas y la cadena de insomnios envueltos en lágrimas incitados por la avidez son abatidos por el tibio pecho; dolorosas mis entrañas crujen, la respiración aumenta y el silencio agoniza mientras las luces que como luciérnagas se encienden descubren su rostro, llora, desespera, atormentada por la ignorancia del suceso toma el cuerno que emite tranquilizantes versos serios y así los inusitados fármacos visitan nuestros crepúsculos, apaciguando al aleatorio ruin perverso, día tras día mi cuerpo se encabrita y conquista la vida.

    Erguidos ya mis pies desempolvan el suelo y a las voces que antaño me parecieran ángeles en constante juerga les digo hermanas, los días se abaten entre batallas territoriales a la custodia de declinantes trebejos que disipados sobre el entablado van entrelazando las leontinas que nos unirán como dócil enjambre de inquietas aves, los castillos de sueños se levantan en el desorden del juego mientras el rugido coqueto de mis padres relampaguea en la sala, que como al mando de un pelotón de osos de felpa, ordenan terminar la enojosa cena, la niebla obscura cubre por momentos mis ojos que envueltos en lágrimas dispersan enérgicos malentendidos y sin más las frías hélices de cuero negro se estampan sobre mi pellejo dejando marcas que el perdón borrara.

    Se ha acrecentado mi estatura y la voz chirriante a emigrado hacia algún lugar perdido entre los recuerdos, el deshonesto tiempo me arrebatado a mis ángeles que vuelan ahora en deliberante trio por permitirme unirme a ellos, desterrado de su abrigo, encierro mis inquietudes y vuelco a mirar a los caballeros de lata que divagan sobre el desván, les platico mis temores mientras enredo el puente de palos y sogas por donde ellos cruzaran sin mirar, mi padre frio como el mismo viento de aquella noche sube mi presencia al estrado, regurgita mis culpas y como una fiera desesperada de venganza se abalanza a mi cuello hiriéndome casi de muerte mientras mi madre ahogada en llanto ruega detenerse, si tan solo pudieran ver, si tan solo en sus ojos se reflejara mi soledad y la voz blanca de la cuerda sujeta mi cuello y dispuesto a caer exhalo silenciosos gritos ahogados que manchan las paredes del obscuro armario, uniformado como un animal destinado al matadero aprieto el nudo pero me detengo, el cuervo negro se convierte en reluciente gaviota que aprende a volar tan alto como las luces que tiritan en el cielo y sin importar los tropiezos levanto mis cenizas, las reparo y con las ganas de un deseo efímero las vuelvo infinitas.

    Divagantes las condenas ruedan en mi cabeza, la perplejidad ahondada se muestra aun tibia y la desconfianza de mis padres aun horada profundo, enviciado en el deseo desoriento mi destino ya enbisagrado y como jinete sin carrosa me embarco en inexistente camino en conquista de sueños que entumecidos por el aire abordan mi cordura, días negros se expanden sobre mi fugaz albedrio, siento desfallecer, mis pupilas ennegrecidas por los lamentos se derraman, agonizo constante en mis miedos, muero tibio esperando el regreso y encamino mi temporada en el infierno, revoloteando como un niño sobre mis errores despejo dudas que me cosen unas nuevas alas y cubren de luz el camino aun no dispuesto, embriagado en la misma locura mis manos desatan tormentas que se graban sobre las paredes de una caja aun no descubierta.
     
    #1
    Última modificación: 30 de Agosto de 2016

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