reflexión cotidiana

Cuando te das cuenta, el miedo te asedia y te impide avanzar, piensas que no vales nada y temes que todo lo que hagas en pro de un beneficio propio o de ayudar a otros no servirá de nada.

Piensas que todo el mundo está al revés, que nada se te dará como lo deseas, nada, absolutamente nada...

Y terminas creyendo tanto que ese pensamiento se vuelve realidad, y te das cuenta que eres nada, que nunca fuiste nada y que nunca serás nada.

Horribles pensamientos, que solo traen dolor, tristeza, amargura y soledad negativa, convirtiéndote en un muerto en vida. Un títere de la humanidad, que solo se enfoca en complacer a los demás, con la vana esperanza de creer que estás ayudando.

Entonces te mantienes en ese estado, con el deseo de cambiar tu vida, con el deseo de renacer. Pero ¿adivina que? no va a pasar, no tendrás ese renacimiento.

¿Sabes porque? porque solo desearlo no es suficiente, solo esperar a que pasen las cosas NO SIRVE, debes actuar, si quieres que las cosas cambien a tu favor actúa para que así sea, si quieres realmente ayudar a alguien, analiza bien lo que dirás y lo que harás para ayudarle, a veces no hacer nada es la mejor ayuda que le puedes brindar

Simplemente actúa, empieza ya. ¿Cuál es la garantía de que vaya a funcionar? No se sabe con certeza, pero es mejor intentar algo a seguir siendo nada, con el tiempo (que pasa muy rápido) observarás la diferencia.


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