Relatividad

Relatividad​

Pretenden encerrarlo,
me parto de la risa,
pretenden darle cuerda,
atarlo con correas,
asirlo a las muñecas,
someter a voluntad
su impreciso corazón con arritmia.

Meterlo en cajas,
venderlo en el mercado,
cambiarlo por dinero,
en cuanto te despistas
te tienen por el cuello
como a esos pájaros tan cucos de madera.

Como atraparlo en jaulas
que salieron de las manos,
antaño de un orfebre,
y ahora dice mi amigo Jorge
que hasta el más tonto te hace uno Suizo
con un taco de madera.
Pero en conclusión,
y en cualquier caso,
ambos salieron de la estirpe de los hombres.

El hombre con su monóculo,
con sus aumentos,
con sus birriosos anteojos que delatan
sus imperfectas corneas de miope,
con su orgullo, su razón, su ¡lo sabía!,
siguió hurgándole en las tripas sin remedio
con precisos microscopios de altos vuelos,
confiando en que su juicio
tuviera menos dioptrias que sus ojos.

Empezaron entonces
a colocar manecillas,
engranajes, coronas,
a cortar porciones de infinitos,
y por más que me intento convencer
me pregunto, y no me explico,
¿cómo coño puede existir
una milmillonésima de segundo?

Luego siguieron inventando
las más verosímiles teorías,
perdiéndose en laberintos espirales
que volvían de nuevo al mismo punto
como aquellas famosas escaleras
de aquel castillo plegado de aquel cuadro.

Comenzaron a mezclarlo con números
a cuadrarlo entre raíces y entre letras,
a embadurnarlo de oscuras secuencias de ecuaciones.

Y el hombre cayendo como siempre
en el error del homo de Atapuerca
en las redes de su lógico pensamiento
de las cavernas
creyó que podría atrapar en garabatos
al que se escapa sin parar un solo rato,
que podría darle caza con su tiza
armado de razón hasta los dientes.

Y al final decidieron por lo visto, decidieron,
que el tiempo es relativo,
y que la distancia tenía algo que decir en todo esto,
y en fin, un sinfín de preguntas sin respuestas,
de agujeros de gusano en la manzana.

Pero yo ya sabía de hace mucho
que por mucho que hablen manecillas,
no corre igual un Domingo a tu orilla
que un Lunes marrón en la oficina.


(*Final alternativo:

Pero yo ya sabía de hace siglos que no veías tu vagón igual
desde el asiento de aquel tren de lejanías
que yo mojado en la estación de aquel Septiembre.)

 

Excelente cadena reflexiva, escudriñad es un mandato más no hacer oficio de entomólogo, ni embotellar quimeras. Congelamos el fluir para sobrevivir al paso, el peligro por supuesto es congelarnos también y dejar de fluir, aún en una hipotética inmovilidad. Hay desarrollos inexorables como este sueño de partícula que se expande y apunta hacía nosotros mismos. Un gusto leer buena poesía amigo.

 

genial...algo asi como filosofo v/s matematico, cotidiano reflexivo contra calculadoras experimentales, bueno esa es mi impresion....

saludos y hasta pronto

 

El gusto es mio Arkhazul, gracias por tus comentarios.

 

Muy acertada tu impresión, diste en el clavo drdpre, muy buena y original definicion, un gusto tenerte por mis letras.

Saludos.

 

¿Qué es el tiempo? ¿una sucesión de eventos o esa franja en donde pasan nuestras horas? ¿Qué representa en nosotros realmente? Tu poema me ha hecho pensar cosas como esas... Y la forma en la que esta escrito es esplendida, muchas preguntas... Pocas respuestas... Y quien quita... y lo que tanto negamos o descartamos... Sea la respuesta. Un gusto leerte. Bendiciones, estrellas y Reputación!

 

Mis aplausos, poeta, mis estrellas.

 

Algo interesante, interesante, q sigan las letras adelante. Besos.

 

Hola Kimbi, un honor tenerte paseando por mis letras, me alegra que te gustaran.

Saludos poeta!!!

 

Che Ludmila, muchas gracias, me alegra que te haya gustado.

Besotes.

 

Muy reflexivo tu poema, amigo sobre algunas cositas extrañas que pasan en este mundo

saludo

 

Un tema interesante tratado con sarcasmo y comedia.

Yo también me parto de risa cuando el hombre armado de física y escudado por la matemática se sumerge en el mundo de la mecánica cuántica para demostrar vete tú a saber que teoría y si ven que algún parámetro o variable no les cuadra porque para que encajara el sol debería ser azul, pumm! lo suponen azul, si se quedan cortos de dimensiones de la realidad, se inventan nuevas (hasta once en teoría de cuerdas)... y cuando ven que por fin pueden dar fin a su labor, ven que para que su teoría concuerde con la naturaleza, los conejos deberían volar, no tendría que existir gravedad y deberían haber seis lunas en la tierra... aun así se dan por contentos porque dicen haber explicado la realidad.

Un saludo y para ti estrellas.