Relato corto, pero intenso

Corro sin cesar, por las calles oscuras de la intrigante noche tras un rastro que nuca existió. Anhelo lo que nunca tuvimos, lo que nunca llegó. Siento que te menosprecié, que cuando tuve la oportunidad la dejé pasar, por delante de mí, sin poderlo ni evitar. Siento que el dolor es casi interno, que me va matando por dentro, siento que te hecho de menos. En ese tiempo que te tuve, no supe valorar, todo lo que hacías por mí, todo lo que me amabas…
Ahora me doy cuenta, mientras corro desesperado, mientras te intento buscar, en este paraje desolado, creado por mi frialdad. Siento que no correspondí tu amor, que te hice daño, pero ese no era yo. Te quiero y sé que nunca te lo dije, me quisiste y no me quise dar cuenta. Por eso corro tras de ti, tras mi amor marchitado. Buscando lo que un día me ofreciste pero no supe valorar.
Al fin te encuentro. Bebiendo de los labios de otro. Amando a otra persona que no soy yo. Me miras, te miro. Sabes por qué estoy aquí. Pero me das la espalda, no me quieres ver. Huyes y me rehuyes, te escondes tras ese muro indestructible que creaste tras mi decepción. Pero sabes, que ese muro no es indestructible, no al menos para mí. Me miras a los ojos, y todo se derrumba, caes en el pasado. Corro hacia ti, pero te escapas. Tu vida se ha rehecho, no soy quien para romperla. Pero me miras y sé que me amas. Que en el fondo de tu corazón no me has olvidado, como yo a ti. Pero lamento mi pasado, y tú, te escapas. Corro sin cesar, por las calles oscuras de la intrigante noche tras un rastro que nunca existió…