REMEMBRANZAS DE BOLÍVAR

Remembranzas de Bolívar
​

Me contaron General
que la historia fue mezquina,
que entre tanta gente fina
le llegaron a negar
un entierro digno y honorable,
esa gente ingrata y olvidadiza
le negaron que muriese en su patria.​

La vida le fue adversa,
en infortunio vivió usted…​

Sin embargo General
hoy, hay quienes como aquellos
que lo expulsaron de su patria
y de su corazón,
se dan golpes de pecho,
para decir mentiras…​

Son aquellos que rasgan sus vestiduras
y acompañan con bebidas su alimento,
se visten con exquisita pulcritud…​

Olvidaron el juramento que en un momento
en Monte Sacro usted hiciera,
de erradicar de traidores el suelo que libertó. ​

Si viera como han crecido,
algunos usan su nombre,
lo mancillan y le atacan…​

Perdone usted General
si con este relato ofendo su dignidad;
es que me enerva pensar,
que hay aquellos que dicen respetarlo
y dan tres pasos adelante para recapitular,
dar más de tres hacia atrás
y lo llevan al mismo lugar…​

Sin una hebra de pena,
han despertado la fibra
de la rabia, del rencor,
se perdió la rectitud, la equidad, la justicia,
en cambio la mezquindad hizo su aparición,
con una demostración de rabia e irreverencia.​

Recuerdo que en su proclama pedía de corazón,
que su sueño…¡La Gran Colombia!
consolidara la unión… ​

La vida económica y social
ha dado un vuelco General;
la esclavitud continua,
la desconsideración, la mofa,
amigos de la ironía;
acompañan las sentencias
sin bálsamos y sin cura,
¡Pobres, tristes criaturas!
que van a los cementerios
a llorar a sus dolientes…​

¿Se acuerda de los intentos
por quitarlo de la escena?...
​

Hoy no se paga condena,
es decir: pagan los tontos, los miserables;
los escollos insalvables
como una punta de sable
penden buscando cabezas;
el desacato es la ley.​

Han profanado el encanto
de vivir en libertad,
la paciencia suple ahora
lo irascible de la mente,
le han buscado mil suplentes,
ninguno ha traído alivio;
nuestra patria es un erial. ​

El arbitro, el magistrado,
el dueño de la justicia
no nos permite la audiencia,
el poder nos cae encima,
la cárcel, la guillotina;
el tribunal se ha sentado
y su furia ha desatado…
​

¡Pena de muerte es la ley!...​

¿Recuerda General?...

¡Decreto de guerra a muerte!,
¡Ah!, pero usted se equivocó,
pero luego ¡Reflexión!...
Y el veredicto… ¡Culpable!
Muerte a El Libertador…​

Que vergüenza, que cobardes,
no tienen justificación.​

En su agudo pensamiento
no cabe pena sin gloria,
en su pragmático acento
una espada pende en vilo,
sin manchas, sin suciedad…​

En su paso por Los Andes,
dejó parte de su vida,
pero una parte de ella,
se quedó en su trajinar.​

Mil batallas que al acecho
buscaban su corazón,
se desvaneció su aliento,
y es entonces General,
como hombre justo y legal
procede usted a perdonar
a aquellos que lo han conducido
a las puertas del sepulcro…
​

Y el ¡Sol de Colombia deja de alumbrar!​

ya de luto, lloran su muerte… ¡Que horror!
Así le pagaron aquellos
y hoy le pagan con traición.​

La historia también le niega el prestigio merecido...

Nuestra moneda de ley
tiende a desaparecer,
ya casi está sepultada,
y hay gente tan descarada
que le compran todos los años
una corona sin amo,
unas flores sin color…
​

Perdone Libertador,
no quise ofender su porte,
aquí tiene un pasaporte,
puede irse donde quiera,
tiene la oportunidad
de trazar nuevos caminos
y sin embargo el destino
usted lo puede escoger,
y si volviera a nacer,
escoja usted mi país…​

¡Paladín de libertad!
​

Tomás Escala Cardozo​

 

En estas letras no se si estoy ubicado en la sección correcta, me agradaría recibir alguna sugerencia al respecto... No es un tema para polémica. Sin embargo me someto a la crítica

 

Excelencia espléndida de una de maravilla divina de arte.