RÉquiem...

Que negra está el agua del río,
la palidez de la luna se acentúa en la rivera
y solo se escucha el ruido del agua entre el solemne tin tan...

La noche huela a muerte, a tristeza y soledad, el viento tiene un extraño silbido
y la hierva se mueve sinuosa... Están sonando las campanas...

Un amargo réquiem por un corazón que se muere, entre las calladas horas de la noche...

Están sonando las campanas y su negro canto, llevan la ternura de un te amo, extendiéndolo en el sigiloso sonido del viento, que tímidamente intenta hacerlo colar, entre la rendija de una ventana...

Tin ton, tin ton, réquiem por un corazón que se muere...

 

Felicitaciones amiga por la belleza de tu letra, siempre es un placer leerte. Besos con cariño. Mil estrellas polar.

 

Delicadeza de versos impregnados de amor; diría que me acarició una grata sensación de bienestar. Aún con la triste solemnidad que se le supone o tiene el tema.
Jamás exista la absoluta despedida, aquello que tanto se ama entra a formar parte de una secuencia atemporal.
Te saludo.

 

primera vez que te leo, un gusto a sido pasar por estas, un beso.

 

Profundas imágenes de ese réquien para un corazón que se muere; por él doblan las campanas.

Te saludo, poeta.

 

Es maravilloso tu réquiem por ese corazón dolorido mi estimada Rosa amarilla. Gracias por este regalo. Un abrazo y estrellas.

 

Hermoso tu poema...me parece haber estado ya en este lago de cisnes....mis estrellas.

 

me gustó harto su poema


salu2