Retorno.

Busca el corzo la luz
y encuentra el hacha
del frío verdugo que quiere darle muerte.
Huye asustado, y el miedo en su pupila
le impide ver que allí, justo a su lado,
está el seguro abrigo que pretende.
Busca el que está de soledad herido
el alma afín que alivie sus pesares,
tan ciego en la negrura de su encierro
que la luz de una vela le deslumbra
y le hace dirigir hacia ella el vuelo
sin poder ver que, al lado de la vela,
estaba el resplandor del propio cielo.
¡Hay tantos como yo! Que me he quedado
con el encanto de una caracola
sin saber que podía haber contemplado
la auténtica belleza de la aurora.
Pero es largo el camino de la vida,
con tantas curvas sin señal alguna
que, es posible, que un día la fortuna
me haga volver al punto de partida.

Copyright José Luis Bermejo (El Seneka)
elseneka@hotmail.com

 

¡Hay tantos como yo! Que me he quedado
con el encanto de una caracola
sin saber que podía haber contemplado
la auténtica belleza de la aurora.​

Me descubro ante Vd. Maestro. Es verdad somos muchos los que nos hemos quedado en el encanto de la caracola, pero la mayoria no sabemos contarlo como Vd. lo cuenta.

Gracias por compartir la belleza.

Un beso

 

Gracias Ana. Siempre es un placer recibir tus comentarios; (que no necesariamente tiene que er elogiosos, ¿eh?); espero, en corto plazo, disponer de tiempo para leeros a vosotros con calma y dejaros mis comentarios, ¡Qué serán más duros! (Es broma).
Saludos cordiales.

 

Nuevas felicitaciones para un sentido y musical poema.

 

De nuevo gracias. Os prometo a todos que a partir del 16 de octubre os leeré y comentaré como un descosido.