Retrato

Espero no tardar. No solamente me embriaga la bebida, es la musica que me pone en un universo inesperado. Son sus sonidos, los que me recuerdan que los caminos sorprenden con subidas y bajadas subitas que por naturaleza propia me asombran y me inspiran. Y no busco mas que estampar en ese fino manto, entre nota y partitura, imagenes que halaguen el refinado aroma que sale de la voz que escucho en mi mente, lejana y apasionada, con bordes que me recuerden tu cara.
El lienzo desespera pero, podría el pincel convertirse en brisa y peregrine en la paleta hasta encontrar los colores precisos, a fin de pintar las sigzagueantes veredas que en mi mente recorro en estas noches de verano? Solo en una noche como ésta, llena de formas de resbaladizo esplendor y excitante sonido podría intentar trazar tu figura.
Y todo porque mis pensamientos cerraron el camino a la cordura, y mi trazo cuidadoso se convirte en huracan cuyas palabras atentan contra el suave fluir de las olas, que hasta hoy serenas, se ven aturdidas por un mal tiempo, mejor, una tempestad. Que hará el apacible barco de papel ante la inclemencia de las olas? Estará dispuesto a apartarse de su fiel arena y sol, para adentrarse en las profundidades de la mar? Los vientos podrían llevarlo lejos, muy lejos de su tan preciada orilla, que le da seguridad. Y no obstante sé, que a pesar de que en el oceano hay inclemencias y tormentas, también habrá amaneceres con soles majestuosos y noches con las lunas mas brillantes.
Si eso sucediera, pintaría tu camino bajo una noche de estrellas, a las que ordenaría nunca ocultarse tras las nubes negras y te vigilen en tu andar. Ojos cuidadosos que a la vez de amarte, desconfien del polvo que se alborota con tus pasos y del aire que te acompañe en tu vuelo; porque aquél, no sabe que tu andar me pertenece, y del otro, porque no sabría como evitar que acaricie el pico de tu boca y recorra las plumas de tus largas alas. Pintaría un sol que ilumine tu piel y excite a los mortales; te bañaría en aguas que inunden tus rincones y que llenen de envidia a los que a diario te miran; así, todos sabrán que eres mía.
En solo una palabra, me dibujaría en tu secreto, para que sonrías ante los demás, como la que sabe más. O mejor en murmullo, y habitando en tus orejas, nunca más tener que callar.
Si tan solo del pozo de tu boca, brotaran las palabras de luz que engatuzaran mis sentidos. Sabes en que me pintaría? En el silencio de tus labios; en la almohada que sostiene tu pelo; en la pijama que cubre tu cuerpo; en el insomnio que arrulla tu noches; pero sobre todo, podría ser el coraje que empuja tu vuelo; la rafaga que te lleva a lo alto; y, al final del día, el nido en donde te refugies, Ave mía, cansada de tanto volar.