Revelaciones de un Arconte

En el suceso de la muerte aparece, en el absoluto, un túnel negro. Disfrazados de tus creencias, junto a la luz, yacemos, sedientos.

Te hemos estado esperando para poderte guiar. ¡Acércate sin temores humano, sigue confiando en tus muertos!

La vocecilla que escuchas dentro, apágala por un momento, sigue el camino a la luz, no pensarás quedarte en el silencio, ¿cierto?

Una vez que tomes mi mano, habremos firmado el acuerdo, es la astuta trampa del Demiurgo.

¡Bienvenido de nuevo!

Ahora que has firmado el trato, sin leer las letras pequeñas, y demás, permíteme contarte el secreto que esconde este juego tan peculiar.

Da igual que ahora lo sepas, pues todo lo que aquí te diga, lo olvidarás.

La información reside en el alma, y como nos pertenece, al igual que el cuerpo, te la vamos a quitar.

Lo único que te pertenece y en esencia eres, es tu espíritu. Enjaulado, ¡inmortal! Si has cruzado hasta aquí obviamente, has fallado, no te escuchaste hablar.

Despediremos tu alma entera, como un traje alquilado solo nos sirve la esencia. En el contrato que no leíste, muy claro y a detalle lo marcamos estipulado.

Míralo que lindo se ve enjaulado en esa prisión eterna ¡Geometría sagrada! ¡Absoluta Divinidad! No me atrevo ni a observarlo de lejos, caos inmaterial.

¿De qué te sirve la pureza y la inmortalidad?, viéndote encarcelado en el juego, esperando, sometido, anhelando libertad.

A veces olvido que el espacio y tiempo son nuestras cuestiones, deberás extrañar la infinidad, ¿cierto? Estando en tu mundo, yo extrañaría el orden, la dualidad.

Al parecer no has hecho yoga ni liberado el kundalini, de ser así tendrías la iluminación, el conocimiento, estarías trabajando aquí, con ese quien llaman Buda, conmigo.

Te podrías fundir con el creador que reclama su propio universo, el dios “uno”nos ha dado la duda, nos ha regalado el ego.
Difiere del otro Dios “cero” que solo sé, existe, a veces le sueño, a veces, en secreto, le ruego.

Entre la genialidad que admiro del holograma sostenido, me sorprende la pasividad de poder elegir la salvación eterna, la puerta siempre está abierta, siempre ha existido.

Esa “genialidad” ha hecho nublar la esencia misma del juego
Todos ven hacia afuera, nadie quiere ver hacia adentro.

El miedo a la oscuridad ha concluido en la deformación de su libre albedrío, si supieran que allí está su “luz”, que allí está la clave, detrás del fuego.

El alma es la luz blanca, el espíritu al sol negro, si te encadenan
a los chakras, no te le entregues al cuerpo. Has de necesitar
procrear, has de vestir por siempre la flor de loto, flor del deseo.

Entre ven con la energía atrapada en la materia del sin sentido,
pasan por alto el vacío absoluto en donde está la respuesta.

El sol negro del que te hablo se les ha ido ocultando conforme
la carne les ha quitado conciencia, entregados están al “yo soy”
del arquetipo Manús.

Si quieres la verdad divina ambos triángulos al centro alineados
han de apuntar, la polaridad absorbe su esencia en el opuesto,
Esquina con esquina, ¡OLVÍDALO! Base con base pondrás.

He de confesar que no está bien ni mal, al final, hacerse uno con
el pensamiento, sin embargo, ¿para qué se les ha ocultado el otro
posible argumento?

Encantados viven por el embrujo del hielo, piensan que el fuego no puede ser azul, sueñan sumergidos en el obtuso anhelo.

El holograma es imperfecto y tú en esencia lo sabes, no perteneces aquí, perteneces al caos del vacío, a la serenidad del sable.

Te han castrado espiritualmente llamándote esquizofrénico ¡Hay si supieran que es la escarcha que emana de la divinidad reclamando retomar el vuelo!

El cuerpo de pronto parece estorbar, el mundo ya no es tan bello.
Lo “perfecto” del universo no satisface la divinidad, de ahí denace el aburrimiento, de ahí deviene la saciedad.

Tú cuerpo fue solo un instrumento para traspasar la realidad, que ironía el apego al mismo, que paradoja tenerlo que dejar.

El cerebro tiene límite en su constitución física, pero la mente es infinita en el universo, infinita como el reflejo de su esencialidad.

Se les ha enseñado a sentir con el alma, ¡MARAVILLOSO!, les hicimos olvidar el espíritu que constituye la totalidad.

Recuerda que el cuerpo es un vampiro energético, sometido a la energía, dependemos, siempre, siempre, siempre de terceros.

Todo en el universo es depredación. Todo, si te pones a pensar, es un gris cementerio, abovedado de arcoíris, enmascarado de sabores, inundado de olor.

Que bien que hayan olvidado el poder ver la capa etérea que los traspasa, ¿Quién creen ustedes que mueve las runas? ¿Quién creen que sus cartas por la noche abraza?

He andado sirviendo mis palabras demás, te he contado secretos que quizá, en claros momentos, te quiten la paz.

No te culpo, es sereno para mí guiar tu valía, me inunda por dentro el veneno de contarte en pedazos y en saltos aquello que llamamos verdad.

Por ahora cerremos la puerta del estrecho túnel, es momento de ponernos a elegir en donde quisieras volver a empezar.

La paradoja persiste en arrebatarte el recuerdo, el ataúd está listo para tu alma guardar.

Pareciese mentira todo lo que te he dicho, pareciese mentira mi luz, mi bondad.

Tan solo cumplo mi trabajo en la orilla, es mi deber, por lo menos entre versos, desempolvar el aliento, de aquellos que solo te ven, de aquellos que no te quieren escuchar.

Ahora que estás listo y lo has entendido todo, me queda borrarte la ilusión de la esencia, la guía, guardar muy dentro de ti la llave mágica, gloriosamente escondida.

Démosle una vuelta más al viejo Samzara, te desearía suerte, pero solo serían patrañas, salir de la cárcel no se trata de suerte, ni mitos, ni piedad.

Salir de todo esto se muestra en la vida, el desapego oculta la llave angular, que solo el silencio, el vacío, el misterio y el caos conforme recibas, a paso siniestro, te han de revelar.