Roedor

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Con mi andar quebradizo sofoco los harapos que me van protegiendo del frío, siento tus ojos tan homicidas, el odio que desatan en cada mirada.
Concibo el revival a través de los olores del mediodía, mi panza agoniza irritante hambrienta.
En mi memoria fermenta la turbulenta alcoholicia, que refriega prorratea en apariencia; percibe y colapsa esa parte triste, en otrora partícula clasista, que representa mi arte infuso translucido, aquel que supo vestir los ambientes, de la historia de mi viejo barrio.
Las estrellas me dirán por donde ir, no tengo nada que perder, solo tengo tiempo y angustia para celebrar.
La danza indigente acecha en tu barrio, en tu casa, en tu trabajo, alado de tu amor, por ahí es tu destino.
Soy hoy, el envase de la realidad que se extravía, en las miradas que no me quieren ver.
Me voy transportando entre la niebla, coartando sueños irreales, viajando sobre el hambre y la inmundicia, soy el paseante de las tristezas, el que ofende a las señoras paquetas, el que asusta con su olor, el que odia tus sueños hechos realidad.
Soy el que vive de tus sobras, el que ríe cuando observa su sombra, el que llora en silencio, el que nunca se enamora.
Soy el que cuida tu basura, el que vive de tu sobra, soy el roedor de dos patas, que odias más que a las cucarachas.
Ese soy yo.

 

excelente van mis estrellas

 

te agradezco tu paso por mis lineas