Rutina

Las calles son mas duras ahora. Lucy dice que es por culpa del humo que emana la boca de ese monstruo desgraciado. Le visto y es tan Grande como la torre latinoamericana, que tiene piel tan gris como el asfalto y que carga con unos ojos tan negros como el traje de un catrín. Una vez escuche que un hombre se perdió en la mirada de la bestia, dicen que es como caminar en una cueva llena de animales raros con traje y portafolio, que cuando te toman con sus garras ya no eres el mismo y así paso con el, cuando volvió sus parpados y ojos ya no eran el ave que solía volar, que mas bien eran un cuervo fino y calculador.Muchos ya no son felices, la gente de cuidad tiene las pisadas amargas, tristes y flojas; caminan con desgana entre los andenes del metro, calles y puntes. Mis manos se quedan solas cuando intentan abrazarles y ojos que eran lindos e espontáneos, ahora son comunes como fotocopias. Es como si los días fueran herramienta masiva de domesticación. Ami me duele ver como la gente a la que no conozco pero quiero se ve tan vacía, algunos aun sonríen cunado les saludo, otros ni con el mas mino gesto saben responderme. Dice Lucy que cada vez que planean, sistematizan y se olvidan de mirar al cielo con cara de niños, de disfrutar los detalles, de soñar y hacer locura, algo pierden y algo gana de ellos el monstruo. Lucy me dice que yo nunca voy a ser como ellos, si siempre soy único, si me guió con los latidos de mi corazón e improviso; que le ponga un suéter al alma, porque allá hace frió, que ame con locura, que le busque formas a las nubes y que cuando crezca siga siendo igual de libre, igual de tibio, que porque cuando uno crece se vuelve mas vulnerable al monstruo. Lucy es tan especial que solo yo le veo, que solo yo le hablo. Mi madre me llama loco y mi padre dice que no tengo remedio, que debería obedecer al tiempo, ser veloz y no soñar despierto. Lucy es mi amiga imaginaria y mis padres me llevan como de rutina al psicólogo este lunes.

 

vaya historia sorprendente la que nos deja, saludos cordiales

 

Gracias, tu comentario me deja con buen sabor en el paladar. Cálidas tus palabras.

n.n