Sal de la vida

Niño que te asomas en el alma mía,
falto de respuestas con tu corta edad.
vente a compartir mi humilde poesía,
que ya no hay quien juegue, con tu soledad.

Ya no hay barriletes, que pueblen tu cielo
ni hay quien los fabrique, en ningún portal.
niño, si los vieras, ¡remontar el vuelo!,
dejarías por ellos, tu juego virtual.

Ah, si tú tuvieras, un patio, un baldío,
en él, un imperio podrías alzar.
serías un guerrero, de libre albedrío
caballos y duendes, podrías gobernar.

Tendrías, del barrio, el sol en la frente,
sucias las rodillas, la tierra, la sal
de la vida, bullir en tu mente,
Ah, si tu olvidaras...tu juego virtual.

Marino Fabianesi

 

Qué tiempos de juegos... aquellos sí eran juegos, de sol, de arena, de tierra, de agua, de albor. Esplendido poema. Un abrazo Marino

 

Hola, los niños son una ternura, sin ellos la vida se torna abrrida y con ellos se vuelve huracán!!!!. Saludos y estrellas
¡SONRIE!

 

Tiempos donde ensuciarse las manos con barro era parte de la felicidad. Una belleza mi querido amigo.

Un fuerte abrazo.
Daniel

 

Amigo Marinof: ¡Qué tierno poema para un niño! Me llenó el corazón. Te he dejado mis estrellitas. Hasta pronto. Alejandra Boanerges

 

Gracias Orfelunio, uno escribe siempre intentando dejar el corazón, no sé si se logra o no, pero que yo recibo el corazón de quién hace cada comentario, es lo que me llena siempre. Y por cierto que me enriquezco más leyendo la poesía de ustedes, que escribiendo. Un abrazo...Marino.