Salir. Cap. nº2

La verdad no tenía a nadie. ¿Más familiares?, pues tuve alguna vez. Hay fotos de cumpleaños, todos sonrientes, entre sombreritos de cartón y dulces en platos de plástico. Esas fotos quedaron en los cajones de la casa. Mis familiares son fotografías en álbumes rotulados. Además familia, “familia” de sangre y con papeles legales, apellidos y todo eso, esa “familia nunca la tuve. Parentescos físicos muy pocos, casi guiños de algún gesto de algún lejano pariente desconocido, ni siquiera recuerdo a verlos visto personalmente, pero alguna vez alguien dijo: “si, mira, parpadeas igual que el tío, del tío, del abuelo, de un primo….” Pensé en ir a buscar a ese tío, del tío, del abuelo, de un primo…¿el me ayudaría?. No importaba, tenía mis amigos.
Un par de amigos si tenía. Alguna vez tuve más. Pero siempre supe que no se podía tener más de tres amigos máximo. Los demás, los deje. Solo tenía estos dos amigos. Los demás cayeron a hoyos regados por el suelo, en ese suelo arado por el olvido. Ellos alguna vez parecieron amigos. Esas amistades que no resistían al menor scaneo de verificación, se esfumaban en mentiras y gente conocida. “Amigos amigos”, tenía solo dos. Una amiga y un amigo. Ellos eran parte de mi también. La parte buena. Ellos eran siempre bienvenidos a reír y llorar. Mi parte buena masculina. Mi parte buena femenina. Ellos podían abrazarme y yo los podía abrazar.
Si alguno tenía hambre de cercanía, el otro ofrecía su pan. Si alguno se tropezaba el otro reía junto a él, luego lo levantaba. Así era mi amiga. Así era mi amigo. Los demás, parecieron serlo algunas veces. Se quedaron dentro del embalaje unidos a la casa y a mi familia. Los recuerdo solo porque en intemperantes momentos de descuido estiraron sus manos para vender ayuda.
Fugaces momentos que recuero solo porque al mismo tiempo los olvide tan fácil como su ayuda. Ayuda que consumí. Ayuda que tenia marca de amigo. Algunas veces los quise por adicción. Otras los odie al verlos disfrazados de mi familia, esa que odiaba a veces también.
Ellos eran tres. Dos ex compañeros y una “aminovia”(novia y amiga). Quizás los quise o quizás los odie. Los quería mientras brindáramos, todos ebrios, la realidad como un comercial de cerveza. La quise a ella durante el sexo. En besos y aventuras. Los odie también. Con eso me quede finalmente. Cuando se reían de mi y no conmigo. Cuando me dejaba y se iba durante días. Cuando nadie me veía llorar porque estaban ocupados disfrutando con mi familia. Ellos eran de mi familia. Ellos parecían más mis parientes que amigos. Quizás por eso ya no están. Cayeron en los hoyos del suelo arado por el olvido. Ellos no resistieron al tiempo ni los abrazos, no ofrecieron su pan ni lloraron, no rieron junto a mí y yo tampoco junto a ellos.
Luego el adiós se siente. Frente a Carlos (mi amigo), el me encontró tratando de escapar en alguna calle. El me paro, me dijo pausa, me dijo que la calle con sus curvas y rectas no eran lo que parecían. Solo me perderían más. Las direcciones sin brújula no sirven. Las metas sin atletas no se cruzan. Los pies que andan como manos no arreglan nada. Carlos era un buen amigo. Yo lo quería y él me quería. Entendí, me aclare, y me senté a respirar. Lo deje sin decirle a donde iba. Le agradecí sin decirle el porqué. Lo deje atrás para encontrarlo de nuevo frente a mi cuando lo necesitara. Lo deje pero él sabe dónde buscarme. Clara (mi amiga), ella también lo sabía. Me encontró como si yo la buscase. Me vio la cara y escucho mi corazón. Supo que algo estaba haciendo. Me dijo que los ojos lloran y no son cobardes. Me dijo que el corazón es sensible hasta en el pecho de un toro. Que decir adiós no es decir fin. Lo entendí. La deje tal cual deje a Carlos. Ellos entenderían. Las calles aun me parecían difíciles. Mire atrás y estaba oscuro y dos meses habían pasado ya. Alojaba en un apartamento que pague con mis últimos ahorros. Fueron dos meses para entender lo del adiós, olvidar mi casa, olvidar mi familia.
Pero nada de eso había ocurrido. Y tenía hambre. Y el pan de mis amigos estaba siempre pero ya no podía seguir quitando sin dar. Los abrazos eran infinitos pero algo mas debía hacer.
Quizás algo entendí. Cuando mire un plato vacio, en mi apartamento vacio, en la soledad de una tarde vacía, nadie me dijo esto, ni nadie tendría ni podría habérmelo dicho.
Decir adiós no es decir fin, las calles me perderían aun mas buscándoles la cabeza, decir adiós era decir “volver a empezar”… Un trabajo, decían que era fácil conseguir uno, necesitaba uno rápido, pero esos tienen olor a muerte. Son rápidos y fáciles, hay miles en esta ciudad. Todos aun mas hediondos que la mierda. ¿Volver a empezar? Debía hacerlo rápido…

CONTINUARA...
CAPITULO Nº1
http://www.mundopoesia.com/foros/prosa-generales/345245-salir-cap-n-1-a.html?highlight=

 

Amigos se hacen llamar muchos pero los verdaderos no se hacen llamar, porque uno sabe lo que en verdad son. Eso de optar por la soledad absoluta, aun sabiendo que hay personas con las que podrías contar es un tanto confuso, queriendo empezar una nueva historia, como tratando de borrar el pasado. Me gustó como haces énfasis al lugar que las personas ocupan en tu vida. Como siempre, tu prosa bien entretenida. Seguiré el final. Estrellas y un abrazo. =)

 

Ariel... muy fluida tu prosa y el mensaje atrapa... es cierto que la amistad, como el amor.. SON PALABRAS MAYORES, que acostumbramos a emplear sin demasiado análisis...

Todo se confunde y a veces....

Me has dejado con las ganas de seguir esta narración... continúa Ariel.... la he disfrutado mucho.. Besitos........ Bet

 

muchas gracias como siempre por tu visita y tu comentario, saludos y hasta pronto, en el proximo capitulo

 

muchas grcias por tu comentario y po tu reflexion, saludos y hasta el proximo capitulo...

 

en verdad me encanto las crueldades verdaderas que plasmas en tu escrito ariel espero la continuacion suerte

 

Segundo capitulo, muy buenot ambien, buen lenguaje utilizado e incluso, la narrativa me parece excelente. Espero leer la continuacion. Bendiciones, estrellas y reputación!

 

grcias mariposa, se agradece tu visita y tu comentario...saludos y hasta pronto

 

grcias de nuevo, y quizas corrija las faltas ortograficas, por ahora, solo agradesco la visita y el tiempo..