se acostumbra...uno!

Se me hizo costumbre
vivir con estas sombras
que se visten de ti, cuando llega cada fecha
para indicarme que el tiempo
sigue pasando y pasando
puedo esbozar mi sonrisa, para volverte a olvidar...

Son las sombras de tus días buenos
de tus días malos, y la de tus enriedos.
Son las sombras de aquellas caricias
miradas repletas de un amor fingido
un amor que te puso en lo alto de todo
y me quede en el suelo, creyéndome algo que no existía...

Las sombras de tus mentiras
mentiras verdaderas, que florecían a lo enfermizo
dejastes sombras por todas partes
como firmando el escurridizo
modo de vivir incompleto
para salirte de mi vida, huyendo entre escaparates...

Se acostumbra...uno se acostumbra
porque las sombras no hablan, no mienten, son sombras
al fin y al cabo te perdí
fuístes un mal que vivió que su perfume dejó
y los frascos quedaron abiertos
secos en un mar desierto, no te llevástes tus sombras
por ello cuando ellas se acercan, nadie te recuerda, ya nadie te nombra...


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Es un poema muy hermoso.
Ha sido grato leerte.
Saludos cordiales

 

Bueno, amigo, traté un poco de entender tu escrito; pero no encontré entre ciertas oraciones un enlace grámatical. Creo que deberías tener más cuídado con los signos de puntuación.

Fue un placer leerte

 

Lurdes...gracias por pasar y comentar...un saludo muy cordial para vos...otra vez FELIZ AÑO NUEVO!