Se ahogaron las palabras.

Ver las palabras hechas trisas;
flotando dormidas de muerte
en la palangana que uso
para lavar mi rostro.

Fue triste.

No tuve más nada que decir
al verles tan quietas por primera vez,
muerte de las letras,
muerte de palabras.

¡Que triste!

Fue triste, por ejemplo
recogerlas una por una
con sus brazo rígidos
y su rostro lleno de miedo,
el último antes de quedarse sin aire.
Huella que queda cuando se muere ahogado.

Si existiese un cielo para las palabras
imagino que sería
un territorio de abecedarios antiguos y nuevos,
el cielo que tanto anhelan
todas las lenguas muertas.

 

Las Palabras muertas, hechas trizas, nostalgia por aquellas palabras destruidas en tu palangana.
bonita la metáfora

 

Gracias poeta por su llegada. También por dejar una parte de usted aquí.