1. Invitado, ven y descarga gratuitamente el cuarto número de nuestra revista literaria digital "Eco y Latido"

    !!!Te va a encantar, no te la pierdas!!!

    Cerrar notificación

Se siente arder

Tema en 'Prosa: Generales' comenzado por Alma_, 7 de Octubre de 2005. Respuestas: 0 | Visitas: 1043

  1. Alma_

    Alma_ Poeta recién llegado

    Se incorporó:
    26 de Septiembre de 2005
    Mensajes:
    30
    Me gusta recibidos:
    0
    22.30 hrs. Sevilla.

    Alba respira con dificultad tras la carrera que acaba de dar. Se apoya, con su brazo, en la pared de un edificio situado a varios kilómetros de la que fue su casa hasta hace unas horas. Ha corrido sin descanso, sólo mirando atrás para comprobar si Luna, su perrita, la seguía, ahora está agotada, como ella, y la mira como aguardando un solo gesto suyo para saber lo que ha de hacer.

    Sus manos están mojadas y huelen a alcohol y humo, intenta arrancarles ese olor restregándolas con fuerza contra su ropa, mientras nota como el sudor empapa su espalda.

    Se siente sucia por fuera, sonríe nerviosa.

    La gente la mira al pasar…

    - Seguid mirando – piensa – Nunca sabréis lo que acabo de hacer…

    21: 30 hrs.

    Ardor en su vientre, en su costado, en su sien. Es el maldito calor que te llega hasta el alma y de allí se expande como los rayos del sol, abarcando cada célula, cada gota de sangre, cada órgano, atraviesa la grasa de tu cuerpo y sale por los poros de la piel.

    La maleta en su mano y los pies fijos en el suelo. Algo la arrastra hacia dentro, se está asfixiando. Va hacia la cocina de su pequeño chalet, abre la puerta del trastero, la visión de una garrafa con líquido la alivia. La destapa, mojarlo todo… quema demasiado. Vacía el contenido de la garrafa por la cocina, quiere arrojar el fuego de su interior, no lo soporta más.

    Saca una fotografía del bolsillo trasero de su pantalón y la tira al suelo, ni se reconoce en ella.

    Ha terminado… Prende una cerilla.

    20: 00 hrs.

    Lo está recogiendo todo, empaquetándolo, para marcharse de esa casa en la que entró en un día de invierno y de la que saldrá empapada en sudor.

    Antes salió él, el estafador, el vendedor de un sueño eterno en botes de a 10.

    - Dígame que desea, señorita y yo se lo ofreceré- bromeó una vez- Tengo el poder de conseguirlo todo y guardarlo para siempre en botes de a 10. Solo por 10 euros, tendrá su sueño a sus pies.

    “Embaucador de verbo fácil, por la misma puerta que yo salgo ahora, ya has salido antes llevándote todos tus botes de a 10– murmura, mientras enciende un cigarrillo, con una caja de cerillas que encontró al recoger sus cosas. Es de un bar de Praga, donde fueron de vacaciones por última vez. Junto a ella, una fotografía de un hombre y una mujer. La guarda rápidamente en un bolsillo, sin saber para qué.

    Coge su maleta y mira hacia atrás por última vez.

    Se siente arder…
     
    #1

Comparte esta página