Se ve lo que se cree.

No se cree lo que se ve, sino que se ve lo que se cree; por ejemplo. si tenemos la profunda convicción, de que estamos llamados a ser algo grande en la vida, haremos todo lo posible para avanzar hacia esa meta. Pocas cosas harán que nos detengan.
Por otro lado, si creemos que el éxito está supeditado a la suerte o la casualidad,, nos descorazonaremos con cierta facilidad.
Nuestras creencias, nos empujaran tanto hacia el éxito como al fracaso.
Por regla general, la gente adopta una de las dos formas que hay de mirar el mundo. La primera se llama visión benevolente. Tenemmos tendencia a ver el lado bueno de las cosas.
Creemos a pesar de no ser perfectos,que somos personas buenas.
Tenemos fe en un futuro, en al cual tenemos cabida, siendo por encima de todo, optimistas.