Segismundo y su visita a la finca El Aljibe.

Segismundo como alguna gente de su pueblo iba los fines de semana a descansar a una finca de un amigo de el, de nombre Reinaldo, que estaba en las afueras del pueblo, decia que le gustaba ir para comer yuca y carne de vaca, ver un poco de naturaleza y montar a caballo, para asi recobrar energias despues de estar trabajando la semana entera en su carpinteria.

La finca del amigo quedaba lejos del pueblo, y habia que ir en un camion para llegar, pues estaba a casi 20 km del pueblo, a la entrada del lugar se veia un cartel que decia Bienvenidos a la finca El Aljibe, desde donde se seguia un camino de 30 metros hasta la casa principal donde vivia Reinaldo que era quien atendia la finca, cuidaba los sembradios y alimentaba junto a su familia a los animales de crianza, tenian varias gallinas, y hacia el fondo como 27 vacas y un cuarton con 10 cerdos.

al llegar al lugar fueron recibidos por su amigo reinaldo, quien les ofrecio un poco de cafe, peticion a la que aceptaron amablemente, luego se sentaron en unos tahuretes, una especie de silla de madera, en la parte de atras de la casona. Y empezaron a hablar de la vida en el campo con Reinaldo y su hijo mayor que tambien los fue a recibir.

Decian que en el campo se vivia mas tranquilo, era una vida mas sana que la de la ciudad, siempre estaban rodeados de naturaleza, lejos de los ruidos y los avatares de la ciudad, que cuando una persona se acostumbra a vivir en el campo, le es muy dificil volver a la ciudad y dejar su vida de campesino.

A lo cual Segismundo le contesto a su compadre Reynaldo que el tenia toda la razon, el carpintero por ejemplo vivia en un pueblo de campo, aunque no trabajaba la tierra , pero sentia que sin su trabajo en la carpinteria como que le faltaria las fuerzas para seguir adelante, y ademas por ultimo señalo que el dinero no lo era todo en la vida, a lo que su compadre asintio , estando de acuerdo con su opinion, despues de esto se fueron a comer carne de cerdo frita, carne de vaca y yuca con mojo, y algunos tragos de ron, al final de la tarde entre risas y cuentos , despues de filosofar un rato sobre la vida a su manera, ambos se consideraban personas pobres pero felices, y que eran religiosos a su manera, estando de acuerdo con aquella frase de cristo , que decia que no solo de pan vive el hombre.

Y asi terminaron su velada junto a cantos y bajo las luces de la noche, aquellas dos familias de campo, que a pesar de los momentos duros de la vida, el trabajo en el campo , y las necesidades diarias, solo con el amor por delante pudieron encontrar la felicidad.