Segunda visita

Pequeña inquieta que llegaste una noche de lunes acompañando a unas primas.
Como cada agosto, ellas viajaban a la costa por algo de diversión y paseo.
Normalmente venían con alguno de mis primos pero en esta ocasión llegaron solo mujeres.
Acá, de la misma edad solo estábamos yo y mi prima Isabel, con tres años de diferencia.
El resto de la familia tenía diferencias de nueve o más años, con lo que era una "juventud" muy diferente.
Dos primos para atender a cuatro chicas menores en dos años a Isabel, un solo hombre rodeado de cinco mujeres y yo cinco años mayor. Y por ser el mayor lógicamente sería el chaperón guardaespaldas y celoso protector por si algún atrevido se asomaba... aunque claro tenía mis amigos y vecinos que me ayudaban a no ser el único hombre en esa jauría.
Delante de todos mostraste una cándida timidez que de alguna forma me atrajo curiosamente.
Cuando me acerqué a saludarte, me acerqué por un beso de mejillas.
Sentí el calor inocente de tu rostro junto al mío, que se hizo palpable y luego visible, en tu rubor encendido... y que luego sentiría también encender mi rostro.
Al sentarnos a desayunar, te sentaste justo frente a frente. Rehuías mi mirada mientras buscabas mis ojos.
Luego salía presuroso a mis clases de colegio, mientras mi prima les organizaba la salida y la ropa a usar en la tarde y noche.
Por salir de exámenes tendría al menos desde el jueves hasta el sábado libre, pues el domingo viajaban de regreso.
Así que el plan sería, martes y miércoles para planear y hacer juegos en casa. Jueves paseo al centro de la ciudad. Viernes un viaje rápido a la playa. Sábado una tarde y noche de fiesta con amigos... y el domingo de despedida.
Y pasó un año.
Salí del colegio y entré directo a la universidad.
Pasaron tres años más.
Entré a una segunda universidad mientras terminaba la primera.
Y de pronto era un joven maduro antes de tiempo y aburrido.
Y llegó agosto... y volviste a aparecer con mis primas... cuatro años mayor, y con la misma mirada brillante e inquieta.. pero ya no huían tus ojos.
El saludo ahora era solo alejado, agitando la mano. Ya el beso en la mejilla quedó relegado por alguna tontería de la edad.
Ahora más desenvueltas todas, ya acercándose a la mayoría de edad. No necesitaron de nadie para organizarse, solo requerían choferes y guardianes... y me tocó dejar varias horas libres cada día para atenderlas aunque no podía acompañarlas todo el tiempo como antes.
Me mirabas con intensidad y aunque todavía te ruborizabas, ya no bajabas la mirada.
La primera vez me sentía seguro, pero esta segunda vez me sentía acorralado...


Hazbin Hotel Chase - Hide Away 4K60 Version.