Sendero empedrado de estrellas

Sendero empedrado de estrellas

Me he preguntado siempre qué diablos hago aquí
como un pecio escupido por olas a la arena
de una isla desierta, inhóspito lugar;
soy Robinson sin Viernes, mísero, desolado,
perdido y extrañado; cierto, me siento así,
y cada nueva aurora mi mente se enajena.

Con la vista perdida, sentado frente al mar,
pienso ya en el final, de mí mismo exiliado.
¿Por qué temer la muerte, intrusa impredecible,
que ha de llegar un día, oscura, sigilosa,
a rescatar al náufrago lanzador de botellas
con mensajes inútiles a un lector imposible?
¿Por qué ha de importarme, si vendrá generosa
para guiarme a un sendero empedrado de estrellas?
Si soy polvo de ellas
la Parca ha de llevarme allí de donde vengo,
esa fe me mantiene, esa esperanza tengo.

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¡Qué bien te veo, poeta! Cada día más lírico, más lúcido y más reflexivo.

Un fuete abrazo hasta allí.

 

Pues está genial.
Todo es según el color del cristal con que se mira, y en el caso del náufrago, ver la muerte como un pasaporte hacia el sendero de polvo de estrellas hace considerarla, en cierto modo, atractiva.
... Y tan alta vida espero, que muero porque no muero.

Y tu original manera de disfrazarme los sonetos.
Abrazos.

 

Gracias por tu rápido comentario y por lo de lúcido y reflexivo, Vicente; ahora, en relación a lo de lírico te diré que vengo de leer otro comentario posterior al tuyo donde se me aconseja hacer prosa poética y ahora mismo no sé con qué carta quedarme...

Discúlpame la broma, amigo; te mando igualmente un abrazo.

 

Tal como yo lo veo todo es una gran metáfora, un naufrago en la ciudad, en el gentío, la propia isla es solo eso un sentimiento, que trabajo tan hermoso, me ha gustado muchísimo, y hay versos para enmarcar, admirado poeta, un saludo y mi felicitación.

 

Querido Juan Ramón: Mientras te lleva o no al lugar del que venimos tú, mi buen amigo, sigue escribiendo buenos sonetos para darnos ese disfrute.
Con todos mis afectos, un abrazo fuerte.
Salvador.

 

Muy bien visto Eratalia ¿ves como todo tiene su lado bueno?

Lo de disfrazar el soneto se llama ahora deconstrucción, a ver si nos aggiornamos.

Gracias por pasar.
Saludo afectuoso.

 

Tus comentarios Luis, por lo general, me suelen dar motivos para contestarte en extenso aunque corra el riesgo de aburrir a los lectores que siempre podrán optar por ignorar nuestros debates, cosa muy sana por otra parte.
1.-Veamos, sobre tu primer comentario, no entiendo tu esfuerzo en obviar las rimas en este soneto porque yo las puse ahí para que al lector le sonasen, no para que las ignorase, pero bueno, cada uno es libre de leer (e interpretar) los poemas como mejor le parezca; vuelvo a repetirte algo que sabrás de sobras y que más de una vez he dicho: una vez editado un poema deja de ser de uno y es del lector; cada uno lo hace suyo y lo interpreta a su manera. Contigo me ha sucedido alguna vez que me has comentado que te ha parecido humorístico un soneto que cuando lo escribí y edité no tenía para mí ni un ápice de humor. Ya tu ves cómo esta pequeña anécdota confirma lo que te digo.

Lo de relacionar mi poesía (al parecer poco lírica) con la prosa poética, tampoco es la primera vez que me lo dicen, así que me he ido acostumbrado. Por cierto, gracias por esto: "ha salido una especie de narración, muy coherente, muy hermosa.”, algo es algo.

2.- En tu segunda intervención es donde te explayas. Vayamos por partes:

Lo de “frontera del verso que se le supone a la rima" es mucho suponer; la única frontera abiertamente reconocible es la física, naturalmente, pues el verso acaba con una palabra que va a rimar con otra al final de otro verso más adelante, pero no es frontera en lo que concierne a la transmisión sintáctica de lo que quiere decir el poeta; te podría traer muchísimos ejemplos que desmienten esa propiedad de “frontera” que le atribuyes a la rima, muchos de ellos podrían ser de versos tuyos.

Por ejemplo, cuando el poeta opta por hacer un encabalgamiento entre un verso y otro, Luis, ¿se puede afirmar que la rima está haciendo de “frontera”? Te puedo traer algunas citas de Borges en las que termina un verso con el indeterminado “una” para hacerlo rimar con “Luna”

Siempre se pierde lo esencial. Es una
Ley de toda palabra sobre el numen.
No la sabrá eludir este resumen
De mi largo comercio con la Luna

Y no contento con esta transgresión vuelve unas estrofas más abajo:

Pitágoras con sangre (narra una
Tradición) escribía en un espejo
Y los hombres leían el reflejo
En aquel otro espejo que es la luna.

Así que dime tú si hay que suponerle, como dices, a la rima la función de frontera salvo, como te digo, la física.

Desmontado, para mi opinión, ese argumento de lo “fronterizo” de las rimas con el que comienzas tu larga disertación que encaminas a demostrar que lo que he hecho es muy prosaico porque las rimas quedan deslucidas, y recalcando además el asunto de las rimas internas que destacas como un motivo más que deslucen las rimas verdaderas del final de los versos, para más INRI separadas en demasía, te diré que esas rimas que citas no fueron casuales como insinúas sino buscadas. Me gusta mucho ese efecto de rimas internas aunque sé que es otro de los asuntos muy mal vistos por los tratadistas. ¡Qué le vamos a hacer!

Bueno, tu extenso y detallado comentario te ha dado hasta para traer a colación a Proust, que ya es mucho pedir para mí. Así que mejor dejar mi respuesta aquí que ya ha sido mucho el tiempo perdido y me está apeteciendo una magdalena mojadita en té con sus aromas tan evocadores...

Vuelvo a agradecerte mucho tu análisis aunque, como habrás visto, no lo comparta demasiado.

Saludos cordiales.

 

Muy bueno, con un final existencial y un tanto lúgubre.

"a rescatar al náufrago lanzador de botellas​

con mensajes inútiles a un lector imposible?"​

Y es un poco de la manera que lo describes: no existen garantías de que se encuentre un destinatario real para lo escrito. Interesante es notar que la metáfora del "exiliado en uno mismo" fue usada creo en este foro hace poco por otro usuario; una de mis favoritas, ya que puede sentarle a quien se encuentra perdido y sin esperanzas, como al enajenado. Un gusto leerte nuevamente. Mi gran salduo cordial te dejo.
Gus

 

Sí, Carlos, creo que has interpretado perfectamente la intencionalidad de estos versos. Sabrás que no hay peor soledad que la que se siente en medio de la multitud.

Con mi agradecimiento te mando un saludo cordial.

 

Estoy demodé, pero me aggiornaré (qué italianismo tan mono, cómo se nota que estás al día), oh, deconstructor de sonetos.

 

¿al día? será al día de ayer, anteayer o antes de antes de ayer porque esa palabra me suena del Vaticano II si mal no recuerdo; canoso que es uno...

 

Tiene un recitado excelente, lo he probado. si es lírico o está más cerca de la prosa poética os lo dejo a los demás.

Un abrazo, Oncina.

 

Gracias sinceramente, Salvador. Sabes bien de la alta consideración que tengo por tus opiniones.

Te devuelvo el afectuoso saludo igualmente con un abrazo.

 

Claro que sí, Volvemos al universo de donde partimos. ¡Qué bello y profundo es este poema, Juan Ramón!
Saludos cordiales.

 

Felicitaciones! Gran trabajo. Un gusto pasar.
Abrazo.

 

Hombre, no tan lúgubre veo yo ese final, más bien está lleno de fe y de esperanza en volver a nuestros orígenes y esas dos virtudes teologales no tienen por qué ser tristes ni sombrías.

Los dos versos que has elegido para destacarlos en tu comentario tiene esas, más que asonancias, consonancias internas (lanzador - lector) que algún comentarista me ha destacado más atrás como algo negativo que desluce las otras rimas. Ya le he contestado que me gustan mucho las rimas internas tanto dentro de un verso como entre versos consecutivos. Creo que en eso disiento de los puristas. Por último decirte que tiene s razón en lo que comentas de la expresión usada en este poema "de mi mí mismo exiliado" la leí recientemente en algún poema del foro, aunque creo que también lo he leído en Blas de Otero que usó una expresión muy parecida en alguno de sus poemas existenciales, lo que no sé muy bien en que orden fueron usadas en ambos casos esas palabras, pero sí sé que me parecieron un hallazgo digno y plausible.

He sido un placer verte por aquí comentando el poema.

Gracias y saludos cordiales.

 

Gracias Oncina por tu calificación.

El asunto de prosaico-lírico se presta a muchos matices e interpretaciones en donde interviene fuertemente la subjetividad del lector; el lector, en cuyas manos queda finalmente el poema y que lo hace suyo con toda libertad puede hallar lirismo donde otros encuentran estilo prosaico; como ya dije en otra respuesta más atrás, para mí no tienen mayor relevancia esos distingos. Blas de Otero es, en opinión de algunos, un poeta prosaico que suele usar términos del habla coloquial en sus poemas; pues te diré que a mí me gusta mucho su poesía, me llega profundamente; es como convertir el agua en vino (o transformar lo cotidiano en poesía), virtud que no está al alcance de cualquiera, y ¡ojo!, no me estoy comparando con Otero (qué más quisiera yo).

Saludos.

 

Sumamente agradecido por este comentario, May.

Te mando un cordial saludo.