Sentidos, sentimientos (recopilación de respuestas a...)

El reloj en la pared era revisado y encerado los minutos a mano cada día justo al medio día, cuando sus campanadas daban inicio al almuerzo en casa antes de regresar más tarde a la segunda jornada.
Se ajustaba el largo del péndulo cada seis meses, según transitaban los calores a los fríos, y de vuelta los calores.

Al caer la noche se buscaba la luz de una vela, para con un canutero y frasco de china, ir esbozando letras de cariño a las primas que nos visitaron en sus vacaciones.
Al día siguiente era obligación pasar por la oficina de correo a dejar la misiva con su respectiva estampilla y el asesino matasellos que le restaba valor a los coleccionistas.
Tantas cartas iban y venían, que no se hacía extraño salir alguna vez a la matiné dominguera del cine con alguna empleada de un local cercano a la oficina de correo... o que las primas salgan a pasear con un cartero...

Las calles tapiadas de tierra iban siendo reducidas por el empedrado, luego los adoquines, el asfalto negro y pegajoso, llegando al frío y plomizo concreto.
En casa un aparato negro con manubrio y largos cables envueltos en tela timbraba con mayor velocidad que la campanilla de la olivetti al llegar al filo de la hoja.

Diga, aló, pronto... se volvió un vocablo normal... mientras las voces iban reemplazando a las letras, incluso a las largas distancias desde la central del pueblo para contratar una llamada al exterior.
Entonces las letras perdieron su brillo, y las exclamaciones fueron reemplazando las palabras tiernas. Valía más la entonación y dicción que la ortografía y la habilidad caligráfica.
Cuando las palabras se alargaban en trazos continuos asemejando brazos estirados, o labios extendidos en besos sin final... las voces se volvieron siseantes, profundas, melódicas... más de un trabajador del cine mudo se vio impedido de seguir por un mal timbre.
Y asomó el ― cuelga tú primero...
― No, primero tú...
Mientras la cuenta iba acumulando reclamos al llegar la factura.

Pero el amor siguió fluyendo y expresándose.

De pronto el fax recobró espacio al texto escrito, y resurgió el antiguo arte de los retratos con letras.
El correo electrónico amplió más espacio al texto, pero de nuevo la telefonía le robaría espacio para dar a la voz un temporal peldaño de supremacía.

Las dobles jornadas ya no existen, así como los almuerzos con toda la familia unida... eso quedaba solo para el fin de semana, asado de por medio, o bien la oportunidad de que las nietas aprendieran los secretos de la repostería y cocina de las abuelas.

Hoy una tablet reemplaza el sitio donde se colocaba el libro de recetas, mientras una joven abuela de sesenta con figura de treinta se sonríe de lo fácil de hacer todo con tanto utensilio electrónico... el viejo molinillo de café pasó a decorar la sala, junto a la plancha de carbón, el reloj de cucú, la cámara reflex.

Un pequeño artilugio ha reemplazado tantas cosas, que si no se saben dominar... terminan por dominarlo a uno.

Pero el amor sigue fluyendo...


Porter Robinson - Something Comforting (Official Music Video)

Recuerdo la narrativa de Cyrano de Bergerac, Christian y Roxane... o las argucias de muerte de Romeo y Julieta.
Las ilusiones, las emociones, los sentimientos... han tenido desde sus inicios equilibrios entre realidad y ficción.
El enamoramiento tiene algo de mentira.
Algo dulce e intenso donde la incertidumbre y la certeza juegan alternándose.
Hasta que la certeza vence en ambos seres...

Es que al final desear no es malo.
Desear se resume a un interés, una intención.
Son los actos relacionados con los deseos los que llevan a consecuencias, buenas o malas según cada opinión.

Cuando los sentimientos son imposibles de definir... las inseguridades, los temores, las suposiciones se adueñan del corazón.
Pueden las miradas alimentar la esperanza, aun por encima del hielo que congela.

Los instantes pasan, se padecen, se disfrutan, se viven... y hasta tratamos de retenerlos. Ya sea como constancia de nuestra existencia, o como evocación de las ausencias.

La sinceridad suele ser dolorosa.
Hay quienes tienen miedo al dolor.
Hay otros que temen al rechazo.
También hay los que temen la incomodidad.
Y de cajón están los que temen a la inconstancia.

Terminan así temiendo a la felicidad.

Siempre habrá adonde optar, en tanto sepamos recibir y entregar las gracias y dones.
Un perdón, es la oportunidad de remediar. De seguir viviendo, aunque sea en momentos

Pero cada suceso llega a los sentidos, produciendo sensaciones que... puedan tal vez o no, crear sentimientos.

Los sentimientos, esas extrañas sensaciones que... inundando los sentidos, posiblemente o no, afecten nuestro entorno...

No hay ley escrita sobre el camino, o sobre el destino de arribo, en lo que recorren las sinapsis en una dirección u otra... solo la angustiosa espera de que surja reciprocidad.

El primer paso siempre es el más propenso a caída.
¿Será por eso que surge la resistencia a darlo?

Estas líneas me han llamado a la reflexión.
Toda creación pasa por la misma incertidumbre.
Un poema, una prosa, un negocio, una relación, una pintura, un hijo...
Se siente y se le inyecta sentimientos, con la dicotomía de una certeza interna contra la falta de certeza afuera.
Esa fortaleza interior, esa seguridad en uno mismo, no desaparece los peligros externos.
A menudo se superponen las situaciones, como si la vida fuera absolutamente recíproca. Y se confunden esperanza con realidad.
La atadura del sentimiento a la realidad, le confiere la duración de ese tiempo vivido. Pero... si la realidad cambia...
¿Deberá por fuerza cambiar el sentimiento y transformarse en su contraparte?
¿Deberá negarse y ocultarse lo sentido?
¿O se mantendrá despierto, callado y en espera de pequeños momentos de recuerdos?
El verdadero amor por lo creado razona la última opción.
Tantas memorias acumuladas no pueden equivocarse...


Porter Robinson & Madeon - Shelter | Sub Español

Los brazos se extienden al aire buscando la brisa que los eleve. Y no dejar así la huella rastrera, de pasos cansados entre los días. Rastros envueltos en las brumas de viejas memorias.
Cada instante es magia de encanto, de fórmulas entre si inentendibles, desde un inicio... hasta el final.

Flotando en libre desorden, entre telas de seda. Que cada toque se confunde entre piel y género pintado.
Entrecortadas voces confundidas entre intensos suspiros.
Así las miradas se alargan y terminan desenfocadas, llenado los espacios vacíos, con extraviados sentimientos.

Se asoman dudas y certezas con preguntas, mirando a través de los ojos humedecidos.
Como cada vez en que surgía la necesidad de acercarnos, hasta que los tiempos se acaben por contar los minutos.

El tiempo del sur es tan complicado para el norte.
Mientras los fríos recorren tierras adentro y arriba, la montaña y playa se llenan de calores en el mismo mes.
Y se suma el sosiego importunado... por ver una sombra acercarse, trayendo miradas con reflejos.

Esa extraña calma tan ansiada que se alarga y acorta según la distancia de los deseos.
Tantas variedades de palabras y sentires enredados, en la punta de una lengua que musita un "te amo"... tras el ruego de un "no te vayas..." .

El tiempo se salta los giros de las manecillas, mientras el vaho del café se eleva, por delante de los ojos tuyos.

La luz de tu mirada, aleja las sombras sin cuerpo.


Cuida tus amaneceres, en pos de los sueños que dan energía.
Te llena la mañana de esa esperanza que se reparte durante todo el día.

Como los sueños de esa pequeña Lucía, hoy en camino a ser una mujer tan guapa como su madre.
Son sueños, claro está. Muy lejos de las realidades del trajinar en las calles.
Pero camino por Jovellanos y Olavarría... por las calles aledañas, como aprendiendo de memoria sus aceras.
Son sueños nada más... pero vaya que llenan la vida.

Los sueños son vivencias en otro universo.
Por ello tan reales, por ello tan sentidos.

Las palabras son canastos repletos de sentimientos.
Cada línea, cada párrafo, es una demostración de lo que valoras y quieres.
Tanto cariño y ternura derramados... inundan ojos y corazones.


Porter Robinson - Everything Goes On (Español + Lyrics)

Olvidar no es dejar de recordar.
El olvido es algo no buscado. Es la ausencia de actos.
Una consecuencia no deseada.

Pretender olvidar es solo pretender...
No se puede olvidar de modo consciente.

Lo mejor es dejar de buscar.

Permitir que el recuerdo se pose en una rama como si fuera un descanso a sus alas.
Como la imagen que se plasmara en un cuadro, capturando e inmovilizando el movimiento de un instante.
Detenido y entremezclado, pasará a ser parte de un paisaje al que rara vez pondremos atención.

Será algo perdido en los rincones que no prestamos interés.

No puedo olvidar... solo congelar aquello que alguna vez quemó.

Olvidar no es dejar de recordar.
Es quitar la emoción de su momento.


Las sombras se perdían confundidas, entre las huellas profundas de pasos trémulos.

El rojo difuso de una enrarecida luna sangrienta ocultaban las manchas de partes oxidadas... de los desmembrados cuerpos de la memoria.
Cada brisa, incluso la más ligera, asemejaba la fría exhalación final de la esperanza perdida.
La sensación de una húmeda helada sobre la piel estremecía el corazón con el sentimiento extraño de lo que se teme y se desea...


Las venas se van cerrando forzando tendones y músculos en contracción.
Los pulmones enlentecen acallando la respiración de un silbido en baja frecuencia, hasta lo que se espera sea un eterno silencio.
En el suceder de instantes cada sentido se afina eliminando las distracciones internas, hasta ser ecos multiplicados de lo que pasa al exterior.
El crepitar de una hoja cayendo al suelo asemeja el derrumbe escandaloso de la torre más alta.
Sus ojos siguen mirando los míos... despidiéndome en una agonía constante.


Un día comprendí que el dar es más que recibir,
que el soñar es más que vivir,
que el avanzar es más que caminar,
que ver más que contemplar,
.... que el amor es más que amar...


Porter Robinson - Blossom (Sub. Español)