Separados

Hacíamos equilibrios en una cama con tres patas
intentando mantener viva la llama de la pasión,
dábamos a la noche pastillas contra el colesterol
para que la rutina y la desgana no taponaran las arterias de las estrellas,
quitábamos a conciencia las espinas a los besos
para no atragantarnos con ellos
y de mutuo acuerdo tomábamos infusiones de miel y romero
para decirnos palabras agradables al oído.

Nos implantamos manos a lo largo del cuerpo
pero las caricias untadas con mermelada no llegaron,
nuestro menú diario consistía en un sopa de letras desordenadas
que ni con un calzador de oro encajaban en nuestras bocas.

Ella se casó con un descosido en el traje de novia
y yo con un traje deslucido y pasado de moda,
supongo que con un principio así no se puede esperar un final distinto,
las velas que pusimos en los altares del amor se fueron apagando,
el silencio llegó sin hacer ruido,
como la nieve se posa en los tejados
y cuando quisimos darnos cuenta estábamos muertos de frío,
al final tuvimos que dar de baja a la vida entre nosotros,
seguir caminos distintos y por separado.
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Bella interpretación de una relación marital,un placer.
Saludos.