Simplemente yo 4ta Parte

"Simplemente yo IV"​

Era el verano del 2001, yo sin trabajo y con el dinero que me dieron
de retiro en el banco y me dediqué a mal gastarlo tomando casi todos
los días y mi cuerpo comenzó aumentar exageradamente de peso, mi
cabello era ya muy largo que me lo empecé a recoger con una liga, me
deje la barba y cambie mi forma de vestir usando ropa más grande.
Entre en una serie de depresiones muy fuertes que sólo me quedaba
recordar y reflexionar acerca de mi complicada vida.
Pensaba porque mi madre me dice; pórtate bien, en vez de decir;
que te vaya bien, cada que salgo de mi casa.
Pensaba porque en la secundaria fui representante de mi salón y
fuimos el mejor grupo de esa generación y nadie me dio las gracias
por haber ayudado a la mayoría de mis compañeros en clases.
Pensaba porque siendo presidente de una sociedad pre-juvenil en
una iglesia cristiana ahora no creía en ninguna religión.
Pensaba porque soñaba velorios y a los pocos días se moría alguien
conocido o aparecían personas en mis sueños y al siguiente día los
veía de alguna manera.
Pensaba en la diferencia de conocer las cosas buenas y malas de la
sociedad, como estar en un Congreso Nacional de Química o estar
tomando con drogadictos en algún rincón de la ciudad.
Pensaba porque siempre que iba a lograr algo con éxito, como un primer
lugar o ganar algún juego, perdía las ganas y me iba renunciando a todo.
No entendía porque teniendo una buena inteligencia nunca la utilizaba
para algo bueno.
No me podía explicar como puedo tener dos personalidades dentro de
mí, totalmente opuestas.
Una personalidad es la que escribe poemas, lee libros de literatura clásica,
escucha música instrumental, ayuda a su familia, se enamora, disfruta las
cosas sencillas de la vida como caminar, ver las nubes, ver las estrellas,
es la que sueña, da consejos y siempre busca ayudar al que lo necesite.
La otra personalidad es la que odia tener miedo, es la que no le gusta llorar,
es la que presume lo que hace, es la que toma y fuma, es la que se siente
abandonada, es la que le gusta escuchar el rock, es la que sólo le interesa
el caos y las cosas sin importancia, es la que se odia por las cosas que pasan
y no dice nada prefiere destruirse abusando de los vicios y exagerando el
cursos de las cosas.
Con el tiempo aprendí a controlarme y tratar de ser como todos.
En estas cosas pienso en los días de mi vida.
Han pasado muchos años de esto último que he escrito y no he hecho nada
que valga la pena comentar.
El joven león que desafiaba con su mirada la realidad se ha quedado dormido
y algún día tendrá que despertar para romper los límites de todo lo que piensa.
Mi vida es como una novela cómica y soy un pésimo personaje que no la sabe
actuar, sólo soy simplemente yo.