Simulacridad

La ilusión fantástica es puesta a prueba a diario, encomendada por la mente almacenará información de la realidad cotidiana, para así desarrollar técnicas explorativas, creando desde la historicidad de los hechos, el antídoto virtual para la adaptación de cada suceso, con el objeto de optimizar nuevos conceptos de hiperrealidad emotiva. Donde las situaciones reales serán azotadas por avatares circunstanciales, generadores de bretes peligrosamente insanos.

La imaginación será la ciencia de la autonomía creativa, proyectándose en base a nuestros conocimientos asimilativos.
La aceitosa simulacridad transferida por los sentidos, desarrollará una precuela virtual post primera entrega del boceto original…generando en futuras transmisiones, la razón y el fundamento de dichas reacciones tácticas. Las sucesivas acciones que el cuerpo desarrollará a posteriori, en la inmediatez, o en un acto procesual, desmigajando la sustancia polarizada a modo de viaje informal, esclarecerán el origen de la representación simulada de defensa.

 

Bueno, este requiere adentrarse mucho en la parte más imaginativa de la mente.
Te cuento que hoy al despertar, he recordado un esbozo de sueño, muy extraño y por eso he querido jugar con mi mente imaginando que sigo en el sueño, en un punto no tenía claro qué había de imaginación, de recuerdo real, de conciencia o de sueño pero algo me empujaba a seguir en ese estado extraño, no tengo conciencia del tiempo en el que me he recreado ni me importa realmente pero es curioso que ahora esté leyendo esto y que de algún modo lo relacione.
Había un personaje que conozco pero que no trato casi nunca y el resto eran de otro universo paralelo jejeje, pero muy reales. ¿Será también esto una parte de nuestra historia, algo así dices en la segunda parte de tu prosa?, o quizás nada que ver. Es muy curioso, o no...

Un abrazo Tyngui, gracias por tus aportaciones.

 

un sueño, un recuerdo no vivido, un lugar deseado, un deja vu, todo es muy improbable en la demostrabilidad real, pero muy probable en la demostrabilidad absoluta, donde no sabremos nunca si fue verdad o no, solo lo percibiremos y esta sensación nos mantendrá absolutamente vivos y así sabremos que fue real.

gracias palmira
tyngui sanchez