Sin envidias

Feliz de leerle Maramin. Bella composición de palabras que serían fáciles de envidiar tanto por su humildad como por la delicadeza de estas.
Saludos.

 

Yo he conseguido dejar atrás la envidia.
Es como un sapo gordo.
Da grandes saltos.
Pero sin envidia, contemplo a los ídolos, tal y como son.
¿ Cómo son los ídolos ? ¡ Preparados para gustarnos mucho, mucho y mucho !
O sea, como el arroz con leche, el tocino de cielo, las fresas con zumo de naranja, o la nata con nueces.
No hay secretos.

 

Sabios versos. Creo que la envidia es un sentimiento de lo peor que pueda existir, tambien que como bien has escrito, nace del inconformismo. Felicidades Maramin.

 

Me gusta, Maramín...
Además, para mi la ENVIDIA es...

Encarcelamiento del corazón cuando a sus cosas no da valor
Nociva ansiedad que nos mata como veneno a pequeñas dosis
Vida inútil que se opaca con el resquemor de desear lo de otros.
Ilusiones frustradas, de una meta imaginada, mas nunca alcanzada
Dolores agudos que carcomen por dentro y a azadas nos desangran
Instintos desleales que nos nublan la mente y atravesamos de otros las pieles
Aborrecimiento de la vida propia, el mal mayor, pues es la nuestra, la buena, la autentica...

Saludos, no con envidia de tu arte, pero si con celo...
Sandra.

 

Hermosa reflexión. Desear lo que podemos alcanzar siempre nos será satisfactorio. Un abrazo.

 

Que bello y sabio poema, la envidia es mala compañera, si uno abusa de ella no sabe ni quien es él ni sus posibilidades vitales, siempre lo de los otros es mejor que lo suyo, insatisfacción total. Un abrazo amigo Maramin. Paco.