Sin filtro (de cigarro)

Ya ha pasado más de medio año sin un filtro en mi boca, algo de lo que me debería sentir conforme, ya que acostumbraba a fumarme toda la cajetilla en un sólo día. Tengo algunas críticas ya que el personaje perfecto es el de chaqueta de cuero sobre una motocicleta fumandoce un Malboro, pero cuando me di cuenta que la pansa me crecía junto a la calvicie y los años pasaban más rápido de lo que esperaba; justo en ese momento, me di cuenta que nunca sería así de cool y por eso deje el filtro y las tertulias de humo.

Los cambios iniciales fueron positivos y misteriosos: comencé a sentir el olor a humo, luego la lengua se me puso blanca y la garganta me dolía, podía subir las escaleras corriendo sin necesitar un tuvo de oxigeno y desafíe a un joven a jugar un partido de basquetbol, aunque fui humillado, no morí en el intento después de años sin hacer deporte.

El problema que se me ha presentado es que los vasos de alcohol duran menos en el trayecto de mi mano a mi boca y que la comida me seduce más que antes.

Al dejar de fumar pase de querer ser un musculoso vegetariano a un gordito simpático, pero prometo que el próximo verano será sin polera y sin tabaco.

 

Que buena prosa, y que buena decisión la de dejar de fumar, una meta cumplida, ahora toca ir por otras, o por todas las que sabemos que en el cambio nos favorece. Saludos..