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Tema en 'Prosa: Generales' comenzado por hank, 21 de Julio de 2011. Respuestas: 1 | Visitas: 451

  1. hank

    hank Poeta recién llegado

    Se incorporó:
    27 de Junio de 2011
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    Pasan los años y me pongo como loco. La gente que me rodea no me gusta. Confrontar con personas todo el tiempo me abruma sobremanera. Las cotidianidades fatuas, las conversaciones vacías sin nada que las haga parir (ideas).
    Me chinga escuchar las adoraciones, los rezos y las malditas plegarias justo en el momento menos indicado. ¿Por qué no se meten su religiosidad por el culo? ¿Por qué no aprenden a cagarse en dios (idea)?
    Los hechos más triviales que me matan. Lo pervertido de todo el asunto del ‘día a día’. Eso que me hace levantar la mirada al mañana.
    ¿Y que hay de mi tantas veces pronunciado “aquí y ahora”? ¡Sí, como no! Aquí, cogido por las pelotas. Ahora, escápate cabrón. Se puede, o no. “Ay no se puede, no se puede”. Todo va como de la mierda, ¿no? Y me pregunto. ¿Por qué carajos? Bueno. Si estoy con vida, todo lo demás no importa. Pero sí importa. De hecho, lo es todo.
    A ver. ¿No depende nuestra propia existencia De las cosas más elementales como comer y cagar? Y qué hay de fornicar o masturbarse. Qué hay de bañarse y refregarse la entrepierna. Que hay del pedo y de los eructos. Te sacas los mocos, te orinas, babeas y lloras. Pero no es eso, lo elemental de la materia, lo que me molesta. Eso lo sobrellevo como cualquiera.
    Me explico mejor. No digo que la vida sea un completo asco. Tiene sus momentos al día. Algunos son realmente grandes. Me gusta cuando me encuentro con una mujer que, sin conocerla, me haga sentir ese hormigueo que atraviesa una y otra vez la columna vertebral. Pero eso sucede de vez en cuando. Tal vez unas cinco veces al año Y eso no es justo. Deberían ponerme así muchas mujeres. Pero no, son solo algunas. Eso que dicen la química corpórea. Lo acepto. La emoción es tan intensa que vale la pena que ocurra muy pocas veces.
    También me encanta la vida cuando soy capaz de escribir, como ahora. Muchas veces escribo porquerías, otras tantas solo basura, pero la mayoría de veces escribo mierda, que a mí me gusta, claro. Dejar que los dedos obedezcan ciegamente a los impulsos del cerebro que es capaz de controlar hasta el más mínimo movimiento del cuerpo y sentir como Chopin y su piano penetran profundamente en lo más recóndito.
    Desde luego, es un placer sin igual. Es como masturbarse y tener orgasmos múltiples como las mujeres. Ser capaz de controlar al que escribe, al que hace el trabajo sucio es una gran ventaja frente a la competencia (ven, mierda pura y dura).
    Deleitarse con la blancura de la página que poco a poco se va llenando de pequeñas y negras formas que dan sentido a la nada. La nada como elemento constitutivo del todo. Pasar de no ser nada a serlo todo. De la muerte a la creación. De la inacción a los hechos. De las palabras a las ideas. Del pensamiento a la escritura. Soledad y amistad.
    Sin importar si es arte o no, si el literatura o no. Si es válido o no. Si es moral o no. Sin que importe nada más que la mera transcripción mecánica y loca de las órdenes del cerebro a mis dedos. Ver cómo mágicamente nace una serie de seres independientes pero a la vez unidos para siempre en lo que puede ser toda una historia de vida.
    Y después de todo. Qué es la literatura, y la poesía, ¿cuál es el puto problema? Todos son poetas. El mundo está lleno de ellos. Poeta tal y poeta cual. Y los literatos, pues muchos más. Todos escriben libros. Bien por ellos. Si los venden, mucho mejor. “Mira, por ahí pasa un escritor. Su último libro se vende como pan caliente”. Bien por ellos.
    Cuando escribo soy como una persona totalmente libre. Nada me impide escribir lo que me venga en gana. Decir que las religiones apestan y los creyentes son unos miedosos e imbéciles. Que la política me la paso por la raja del orto. Que la patria me vale verga. Que el uso de la marihuana debe ser despenalizado en todo el mundo porque todo se trata de una hipocresía más de esta sociedad religiosa y moralista. Puedo escribir todo lo que desee, sin censura, sin editor, sin conciencia de clase, sin ninguna clase de barrera que impida que todo salga a la luz.
    Cada palabra ilumina un camino oscuro, cada letra significa la victoria de la libertad del yo, frente a la opresión del otro. A la crítica del otro. Al pensamiento del otro. El otro es el enemigo de la libertad. Más libre que el viento, que la arena del desierto, que la espuma y que el tiempo. No hay tiempo. Todo queda suspendido como en un momento. Denso tenso. Sólido, gaseoso, híbrido. Todo lo que me pueda imaginar y todo queda plasmado.
    Es la libertad pura y dura de la que siempre hablo. No hay más sometimiento que el deseado, el elegido. Seguir implacable hasta que los dedos empiecen a sangrar, parafraseando a uno de mis mentores Charles Bukowsky . Con todo el respeto y la distancia del mundo, por supuesto. No faltaba más.
    Leer también tiene su encanto. Pero no eres libre de ninguna manera. Estás atado a los deseos del creador. Tienes que ligar tu fuerza innovadora con la fuerza creadora del escritor. Pero si no lees, es improbable que escribas. Y si no lees bien y bastante, es imposible que escribas bien, y peor bastante.
    Leer es como una aventura cuyo final está ahí, solo que no puedes verlo porque te dañaría la diversión. Lo rico de leer es poner fantasear uno mismo con la historia. O poder revivir las experiencias propias con la poesía. Leer poesía alivia el dolor y leer una buena prosa cambia el ánimo. Leyendo se ve la vida y las fantasías de la vida con otros ojos, a veces con ojos ajenos que hacemos nuestros, temporalmente. Nuestros deseos van ligados por estructuras ya pensadas y escogidas, pero no por eso aburridas.
    Un viaje que tiene final, sí, pero cuyo desarrollo está llenos de sensaciones desconocidas, y nada tan hermoso como lo desconocido. Cosa que no tiene que ver en nada con los ‘misterios’ divinos y menos aún con los ‘ministerios’ humanos.
    Leo y vivo. Vivo leyendo. Escribo y sobrevivo. Sobrevivo escribiendo.
     
    #1
  2. Halach

    Halach Poeta fiel al portal

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    18 de Marzo de 2010
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    Te escribí un mensaje y se borró!

    cosas de internet :(

    Espero recordar todo lo expresado.

    Creo que tocas muchas ideas interesantes, no coincido en todas contigo pero me parece muy bien que se expresen.

    Coincido en que tenemos libertad y eso, nos da a la vez responsabilidad sobre nuestras palabras y la expresión de nuestras ideas.

    Para mi libertad y responsabilidad van juntas, de lo contrario tendríamos un caos mayor alque describes.

    Y si, todos tenemos algo de poetas o escritores, y nos gustarán unos, y nos serán indiferentes otros.

    Me parece muy interesante tu escrito, da para mucho, para diálogo y discusión...qué extraño que en un portal de letras, este sea el primer comentario.

    Saludos
     
    #2

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