Sin rastro

¿Qué había cambiado?


Si no él ni ella, puede que fuera el presente. Quizá las sensaciones placenteras y felices, pierdan fuerza cuando las notas en tu piel.
Un simple acto de ofrecerle su mano, parecía mas delicado y hermoso en los cuentos…

Algunos dicen, que de lo que te enamoras no es de la persona, si no del mismo amor, mas concretamente, de la ilusión que tú tienes de cómo sería el amor. Su significado varía según sus portadores.

Parecía tan real, como si fueran la reencarnación de Romeo y Julieta. En el momento en el que cruzaron sus miradas, se amaron y sin llegar a consumar ese amor, lo llevaron al éxtasis. Pero el peor enemigo del hombre es el tiempo. Quizá en poco llegues a sentir emociones no identificadas para tu corazón. E igual de sencillo, se desvanecen y no queda rastro de ellas, salvo el brillo en aquellas viejas fotografías, ese instante captado por algo tan simple como el objetivo de una cámara.


Rápido pero no fácil, sin explicaciones y sin entendedores, sin huellas, sin rastro...