Sin rescate

Recostado sin rescate
ante el escaparate de una floristería
con aromas de crisantemo
entre las uñas de los dedos
sin suerte que valga la pena
arrancar pétalo a pétalo
con espinas despojadas
de sus esperanzadores verdes.

Arrugas olvidadas
en la noche de los desiertos oscuros
mantel todo él de huesos
y caducada nostalgia,
la nube de lo pasado por sus ojos
deja huella
con sabores a aguardiente.

Nada quema más que esa basura
entre el frescor de las flores.

Vende los últimos pañuelos,
alivia la pena, es su fin,
de los que aún siguen con vida.​

 

AMADO poeta de la madre patria, hace tiempo miré un documental sobre vagabundos que tomaban las flores que tirabán las florerias y las vendían para sobrevivir. Este poema me ha conmovido, el segundo tuyo este día. Poemas como estos demuestran tu gran sensibilidad por el ser humano, me ha encantado. Tu pluma se mueve en tantas direcciones y disfruto cada una de ellas.

Besos desde mis raíces hasta tu sauce.

Te regalo mi melodía favorita,

 

Es cuestión de mirar alrededor de uno, de no quedarse sólo en el yo, abrir puertas y ventanas, airear la habitación y la cama, ser frágil y resistente como una espiga de trigo.
Gracias Guadalupe por todo cuanto eres y me das, a mi también me conmueven tus acciones.
Besos enraizados y profundos y siempre más.

 

"Nada quema más que esa basura
entre el frescor y alivio de las flores"

¿Qué quema esa Basura?
y ¿Cómo, sin Rescate?

 

Es la contradicción que pone uno junto al otro, el aroma delicado de las flores y a esa gente que nuestra sociedad civilizada pone en la calle como basura que esperamos que una camión se lleve. Frescor de lo nuevo y bonito y piel ajada y sucia de lo que ya no sirve y nadie rescata.
Gracias por tus palabras, un cordial saludo.