Sin tÍtulo

Y mientras las delgadas “pitucas” que son de aquellas jóvenes que lo darían todo por una buena estaca bien dulce y tibia que las deleite, estaban sobre sus piernas transitando como unas vagabundas perdidas y alocadas.

La mayor de las hermanas lucia un aire descuidado, su escote dejaba ver aquellos placeres escondidos y aunque sus miserables porciones y su mínimo abultamiento no podía ofrecer más que un leve cosquilleo, ella joven mofeta, lucia con cierto orgullo aquel miserable atributo.

Ven aquí le dijo desde la otra esquina del bar un joven que bebía vino afirmado en el marco de la ventana, yo sé de algunas formas de pasar el tiempo sin tener que esperar a que te revuelquen el cabello por el piso, dijo el joven mientras su mano comenzaba un paseo por la rodilla de la muchacha, estoy ebrio, pero aún se como verter tus perfumes en mi almohada. La chica de los pechos pequeños brincó como una langosta.

Recién eran las 8:00 de la mañana y el día había acabado por completo para mí, me acababa de escarbar la nariz por tercera vez, pero mi ánimo seguía decayendo, tanto que había resuelto largarme con lo puesto de la ciudad.

Mi único gran tesoro ya me había olvidado en una esquina;
Papá,
-me dijo-
Si no dejas de beber, deberé irme de acá y ya no me volverás a ver !!
De eso ya dos años.

_ necesito enviar estas cosas al sur_
¿ me puedes ayudar con esto?

Mi gran responsabilidad en la vida era levantarme, dar de comer a mis tripas y volver a dormir…

La muchacha algo confundida con lo que estaba pasando me paso la mano por la mejilla y me dijo:
_ sabes que llevamos acá mas de dos horas y tú lo único que has hecho es mirar por esa ventana perdidamente _

Las horas y los días en que he estado perdido, buscando algún espacio abierto en mi interior, alguna sombra que pueda aclarar…

Al abrir el cajón de la cómoda allí se encontraba, aunque las balas estaban repartidas entre los papeles no sería difícil poder reunir algunas y guardar los casquetes dentro de aquellos depósitos cilíndricos…

mi Dios ¡! VOY A VOLARME LOS SESOS ¡!!!

La chica tomo sus cosas y corrió hacia la puerta, donde fue detenida por un ruido estruendoso…
Los sesos, aquella masa gelatinosa goteaba de la mesa, sangre mucha sangre que gota a gota abandona el cuerpo..

De mis recuerdos solo queda una tetera sobre la vieja cocina a leña que humea como una puta ebria, solo noviecillos disculpándose por levantarse la vos a media noche.

De mis recuerdos solo tu mejilla sonriendo detrás de la ventana mientras tomo a nuestro hijo de la mano y salimos a dar un paseo…

La sangre escapa del cuerpo y el cuerpo desaparece entre miles de pensamientos que ya no alcanzo a comprender…

 

Recuerdos amigo estimado que vuelven
y se convierten en esta deliciosa prosa
con la que nos deleitas.
me ha sorprendido tu historia.
Un abrazo, bienvenido a Mundo Poesía.