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Sindicatos de Consumo

Tema en 'Prosa: Sociopolíticos' comenzado por Kwisatz, 4 de Abril de 2012. Respuestas: 0 | Visitas: 1306

  1. Kwisatz

    Kwisatz Poeta recién llegado

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    SINDICATOS DE CONSUMO

    Como apuntaba en mi escrito anterior, “El auténtico antisistema”, el consumo es la fuerza motriz de la economía de libre mercado y es en ella donde reside el auténtico poder.

    El trabajo hoy en día continúa siendo una fuerza a considerar. Pero es un hecho que a lo largo del siglo XX ésta se ha visto cada vez más mermada.
    La automatización progresiva de los procesos productivos y la mayor eficiencia de las empresas proporcionada por las nuevas tecnologías ha provocado un importante desequilibrio entre la oferta y la demanda de empleo.
    Este desequilibrio se ha traducido en una pérdida de poder por parte de los trabajadores. El exceso de demanda de empleo ha conducido a que se implante una competencia feroz del mercado laboral y a que se debiliten los sindicatos obreros.
    Cuando el trabajo se convierte en un bien escaso, es fácil que el trabajador se sienta cada vez más cohibido a la hora de reclamar sus derechos y ceda más fácilmente a las exigencias patronales, sobre todo en tiempos de crisis.

    Parece que la tendencia inexorable en las empresas es que cada vez hayan menos trabajadores y que además estos estén mejor formados.
    El miedo a perder el puesto de trabajo hace que primen los intereses particulares del individuo en detrimento de los de la colectividad, conduciendo todo ello a la desmovilización y el conformismo.
    La crónica anunciada de la muerte de los derechos del trabajador.

    Sin embargo todavía hay una alternativa. Y es que el trabajador también es un consumidor.
    Si hay algo beneficioso para el individuo en el sistema de libre mercado es que le permite escoger libremente qué quiere consumir.
    Las empresas compiten, se desviven, para ganar el favor de sus clientes. Y al mismo tiempo se da la paradoja de que cada vez penalizan más a sus trabajadores.

    Lo que voy decir a continuación no supone ningún secreto ni un planteamiento novedoso. El germen ya se encuentra implantado en nuestra sociedad y de hecho ya han existido conatos de ponerlo en marcha.
    Me estoy refiriendo a las asociaciones de consumidores, a los dispersos intentos de boicot.

    Es necesario que las asociaciones de consumidores adquieran un perfil más político, que se conviertan en la nueva herramienta de presión para defender los derechos de la clase trabajadora.
    Lo que yo denomino Sindicatos de Consumo.

    El Sindicato de Consumo es una organización similar a un partido político o un sindicato tradicional.
    Su meta es luchar por los derechos de los trabajadores a través de la capacidad de consumo de los mismos mediante boicots selectivos.
    Son totalmente transversales y deben tener una cúpula que los represente y busque el consenso interno.

    Si esta nueva organización es capaz de integrar en sus filas al suficiente número de afiliados adquiere un poder descomunal frente a los mercados.

    Para que se hagan una idea, imaginen a un Sindicato de Consumo con diez millones de afiliados (el equivalente al número de votantes de uno de los partidos políticos mayoritarios) que se enfrente a una gran empresa que ha decidido realizar un ERE en su plantilla a pesar de presentar un ejercicio con enormes beneficios.
    Imaginen que ocurriría si el Sindicato de Consumo expresase a esa gran empresa su desacuerdo con el ERE y la amenazase con un boicot selectivo a todos sus productos y servicios. ¿Acaso creen que la empresa ignoraría la demanda de diez millones de consumidores potenciales? Permítanme que lo ponga en duda.

    Esa misma medida de presión es válida también para pequeñas y medianas empresas. Si los productos o servicios que proporcionan las PYMEs no están dirigidos al consumidor siempre se puede trasladar la presión hacia empresas al final de la cadena que sí estén orientadas al sector del gran consumo y sean clientes indirectos de la PYME afectada.
    Previsiblemente la empresa de gran consumo presionará a toda su cadena de empresas proveedoras para que accedan a pactar con el Sindicato de Consumo demandante.

    Otra gran ventaja de los Sindicatos de Consumo es que pueden existir de forma totalmente independiente de los poderes políticos, y de forma ideal ser incluso apolíticos y totalmente democráticos.
    Las redes sociales en Internet son clave para articularlos y expandir su influencia a ámbitos internacionales.

    Tan sólo es necesario que la bola de nieve empiece a rodar ladera abajo y se convierta en avalancha.
     
    #1

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