Sobre el alma, el universo y el orígen de la existencia...

SOBRE EL ALMA, EL UNIVERSO Y EL ORÍGEN DE LA EXISTENCIA...

(Extrato de una carta a un amigo venezolano.)


(por Aisha Baranowska, la polaca)


[...] Yo tampoco sé escribir música... Lo único que hago, es componer del oído. Mi música, así como mi poesía, viene de adentro; del corazón, de lo que siento, en un momento dado y en lo general... Es como percibo la realidad; la vida, lo que acontece en ella, todo. El arte es cosa del alma...

Porque existe alma, aparte de la energía que nos mueve, que es otra cosa. Aprovecho esta oportunidad para hablarle de mis más recientes reflexiones sobre el tema de la existencia.

He llegado a la conclusión que la pérdida del conocimiento de hace 13 años atrás, cuando me desmayé en la escuela y no me acordaba ni me acordaré nunca qué fue lo que realmente pasó conmigo aquella vez - cuando no sentí mi alma, cuando fue como si no existiera - ese acontecimiento pasado prueba algo totalmente contrario de lo que creía anteriormente.

Si no existiera el alma, definida como el ser conciente que está dentro de cada uno, que no es lo mismo que la energía del universo que mueve los seres vivos, entonces, cuando estamos inconscientes, simplemente moriríamos porque en ese momento de perder la conciencia la energía nos deja, o sea, dejaríamos de existir por completo y ya no volveríamos de este viaje. Sin embargo, volvemos. Me refiero a que durante un desmayo el alma no está presente en el cuerpo, pero la energía vital se queda. Por eso, regresamos, recuperamos la conciencia cuando el alma se encuentra de nuevo dentro de nosotros. Hay un hilo invisible que ata el alma al cuerpo; ese hilo es la definición de la vida. El alma puede salir y volver en los estados inconscientes, cuando el cerebro deja de funcionar temporalmente, pero cuando ese hilo se rompe, entonces, el alma ya no puede volver - y eso es la muerte.



Lo único que no me explico, es que mientras el alma esté por ahí, fuera del cuerpo, después de recobrar la conciencia, uno no se acuerda de nada, sin saber dónde estaba, qué pasó, qué experimentó, a dónde se fue etc. - como a mí, me pasó cuando tenía 15 años. Ni siquiera entendía la causa de aquel desmayo porque lo último que recuerdo, es que estaba leyendo un libro, de pie, con espalda contra la pared, y lo siguiente es que me despierto tirada en el suelo, con gente alrededor en un círculo, mirándome, y cuando abrí los ojos, me sentía perfectamente bien, normal, como cuando estaba leyendo, parada, sin recordar el momento en que me fui... ;/- Bastante extraña experiencia... Luego el médico me revisó y no encontró absolutamente nada. Jejeje... ;/- Lo cierto es que estaba muy asustada porque no entendía lo que había pasado conmigo.

Ahora, pensando en esas cosas, inevitablemente tuve que revisar mis creencias sobre el orígen de la existencia, y puedo decir que soy una átea espiritual - bastante raro, también, jejeje... ;/- Pues, llegué a la siguiente conclusión...

Si no hay dios o dioses, pero tampoco creo en la evolución y los monos, y según varias teorías, la humanidad es producto de experimentación genética de otras razas humanoides, civilisaciones más antiguas que la nuestra, de otros planetas, entonces, según esa misma teoría, cada una de esas civilisaciones sería creada por otra, anterior y más avanzada, hasta llegar a la más antigua de todas - pero (siempre hay un pero)... La raza más vieja no pudo surgir de la nada; también necesitaba una fuente, un orígen propio. ¿De dónde salió todo entonces?

Aquí me hice una pregunta elementar: sabiendo que el orígen de toda existencia, viva o muerta, todo el contenido del universo, depende de la procedencia del mismo universo como espacio que contiene y abarca los mundos y todo lo que hay en ellos, me pregunté cuál es esa procedencia, y llegué a pensar que si el universo fuera limitado en tiempo y espacio, o sea, si tuviera principio y fin en el sentido del tiempo y también del espacio, entonces, tendría que haber algo o alguien que lo inició porque no es lógico que de la nada surja algo, sencillamente. Eso apuntaría a la existencia de una fuerza divina en la que, como átea, no creo, al menos en la forma personificada, como lo presentan las religiones.

Entonces, llegué a creer que el universo, el cósmos, es en su naturaleza infinito y no tiene principio ni fin; siempre había el universo y siempre habrá, aunque las galaxias aparezcan y desaparezcan una por una, y físicamente tampoco tiene límites espaciales, lo cual sugiere que puede existir un número teoréticamente infinito, ilimitado, de mundos, galaxias y planetas con vida inteligente en ellos.

Ahora, si eso es cierto, habría que creer que la materia y la energía que hay dentro del cósmos, son producto del mismo universo; es el universo lo divino porque tiene capacidad de crear materia y la energía que la mueve... Es el orígen de la vida y de toda existencia. La materia no es eterna, sin embargo. Tiene principio y fin, puede morir y dejar de existir. Cuando eso sucede, la materia se convierte en la energía que vuelve al universo, al infinito, y se une a él. Eso ocurre con la muerte de un ser viviente, sólo que lo que regresa al cósmos, a la naturaleza, es la energía que tuvo un cierto inicio pero existe sin fin y se recrea en las cosas y en los seres vivos. Lo que se queda, es el alma humana. El ser consciente no puede ser destruido. Una vez que nazca un alma nueva, vive ya eternamente, aun después de morirnos. En qué forma, eso no lo sé ni lo voy a saber, hasta que me muera, no antes - pero estoy segura que así es.

Por eso, hay fenómena paranormal como los espectros, por ejemplo - son las proyecciones de la vida que ya no existe, tal como estaba en sus últimos momentos, que se quedan atrapadas en las partículas de la energía universal, creando imágenes de personas que dejaron de ser en el sentido físico y material, pero no como seres conscientes - sus energías se han reunido a la naturaleza, pero sus almas siguen con vida propia de la cual no sabemos nada mientras existimos...

Tal vez, un alma puede reincarnarse en otro ser vivo, en otros tiempos, en otro lugar - pero si acaso hay algo en eso, seguramente no sucede con todas las almas; sólo algunas. De eso, no sé nada. Solamente son especulaciones mías...

Al final, me quedo con la conclusión de que en el universo entero existe ''la partícula divina'' - más pequeña que el átomo - la cual se encuentra en literalmente todo, porque todo proviene de la misma fuente que es la naturaleza, el cósmos, el universo - y todo es parte de él. Por eso, en todos los seres vivos, hasta en objetos, podemos encontrar esa partícula divina la que constituye el mismo universo del que somos parte - todos los seres humanos son, entonces, divinos; más que unos simples animales. (Aunque para mí, el Varón siempre será mucho más divino que la hembra, ¡jajajaja!) ;/- - ;/-

* * * *


Queda una última pregunta... Si estoy en lo cierto - entonces, ¿de dónde provienen nuestras almas, si no pertenecen al universo, al contrario de la energía vital que habita nuestros cuerpos? La energía es parte del universo, al igual que la materia. ¿Pero y el alma...? El alma es un misterio; algo que nadie sabe ni lo va a saber, pues, la capacidad perceptiva de los seres vivientes tiene sus límites, aunque puede ser muy bien desarrollada y se puede llegar muy lejos viajando con el pensamiento y sentir por el tiempo y espacio, buscando siempre las respuestas a lo que hasta hoy es considerado como lo desconocido...




[20/06/2016]

 

Hay tanto misterio alrededor de nosotrxs. A veces me pregunto si vale la pena, de verdad, esforzarse en develarlo. Tal vez sería más sano simplemente tender los ojos hacia el azul pacífico del día, hacia la inmensidad cautivante de la noche... y solo escribir poesía.

El pensamiento filosófico y la estética de la palabra, la poesía, se tocan, Poeta. A veces se abrazan. Algo es cierto: tenemos el gusanito del "más" por dentro. Es un gusanito impelente y que no descansa. Algo sabermos, o creemos que sabemos. Y ese gusanito siempre nos está pidiendo más, saber más. Es mucho más que curiosidad, es necesidad inmanente. Somos como adictos al conocimiento, o a lo que llamamos conocimiento. Stephen Hopkings (disculpa, sé que debe estar mal escrito su apellido) el eminente físico, lo ha resumido con un reclamo pueril "¡Merecemos saber!".

Él confía en que podemos. Y no es
poca cosa, tomando en cuenta de quién se trata. Pero yo, con todo y Stephen, no estoy tan seguro, uno de si podemos, y dos de si nos lo merecemos en verdad. Nos portamos como niños armados con cuchillos disputándose un juguete. Quizás apenas deberíamos ser capaces de merecernos algo bueno de parte del universo, pero no lo logramos todavía. No alcanzamos a merecer. Y por ello "sabemos" poco, incompleto y mal.

Pero hablaste sobre el alma. Me declaro incompetente. Y ¿Qué más me da? De nada va a servirme tener una, si es que la tengo, si apenas puedo especular acerca de su existencia ahora, o para vivir cuando esté muerto. Si está desentendida de mí, nunca fue mía.

Yo estoy conforme con morir cuando el tiempo lo disponga, o cuando vivir sea una ingrata tragedia equivalente a sufrir y solo sufrir sin esperanzas.

De verdad no veo razón alguna por la cual deberíamos tener un tratamiento especial de parte del entorno universal respecto del que tiene, digamos, una piedra o una mariposa. Pero, ¿Y qué sabemos del destino de la piedra o del de la mariposa?. Menos aún me anima el asunto cuando hay tanto religioso sinvergüenza y ruin, o fundamentalista y ruin, haciéndole creer a la gente de manera dogmática y fascista lo que a ellos les da la gana de que sea creído.

Yo solo quiero terminar de vivir, y asimismo terminar de morir (inevitablemente vamos muriendo de a poco) en paz.

Te saludo y felicito por tu profunda, amena, hermosa carta, Poeta.

Salud y vida para ti.

 

Gracias. Igualmente para Usted.

Le respondo primero sus dudas acerca del alma y cerebro. Ya había pensado en ello antes, por eso, tengo una opinión al respecto. Creo más bien que los procesos bioquímicos y mecánicos, así como la actividad cerebral, no son tanto la causa, sino el resultado del pensamiento que se origina en el alma - el alma en realidad no los necesita; simplemente sucede lo siguiente: el alma es la que piensa y siente, experimenta dolor y placer, tristeza y alegría, reflexiona sobre las cosas - si tenemos como especie esa capacidad que nos diferencia de los demás animales, la habilidad de pensar, formando ideas, opiniones etc. - es precisamente porque tenemos alma.

El proceso es el siguiente: el pensamiento ocurre en el alma. Lo que pasa con nuestro cerebro cuando pensamos y/o sentimos, es el efecto ocasionado por la actividad intangible e inmaterial del alma. Es apenas una expresión de ello. Así se expresa el alma. Es entonces más bien una prueba palpable de la existencia del alma, no de lo contrario, su inexistencia.

Aunque la ciencia cree que el pensamiento ocurre porque hay cerebro físico, lo cierto es que el pensamiento ocurre independientemente del cerebro y completamente fuera del mismo; más allá de lo físico y tangible, a través del que se expresa el alma, demostrando su existencia para poder ser percibida por los seres que habita.

Otra cosa es la energía del universo que es parte de todos seres vivos, así como objetos inanimados. Esa energía es responsable de los procesos químicos y mecánicos en los organismos vivos, pero sólo puede causar eso porque hay alma.

La energía necesita alma para causar la actividad cerebral, ocasionando el pensamiento. Todo encaja perfectamente. Todo es lógico y muy claro para mí.

Somos más que masa que se mueve. Si no fuera así, no valdría la pena vivir; no tendría sentido. La vida no valdría nada - más motivo para matar y matarse, también. ¿No cree?



Yo sí...

Saludos.

 

Adorable Aisha .
He leído tus "interrogantes" con mucha atención !!!, te aconsejaría (si puedes o quieres) que leyeras todos los poemas "Mundiales y Extraterrestres", posiblemente allí encuentres repuestas a tus "interpelaciones", yo en lo personal he cruzado varias veces el "gran Túnel del Misterio" donde observas, una "Luz muy brillante" que no te obliga a cerar tus ojos, porque aparentemente (estas muriendo o ya has muerto) !!!; el "Alma SI existe", mas es difícil explicar como es ella, cuando el médico te dice: diga "33" el escucha el "Alma" con el (stetoscopio); se ha pesado a personas antes de morir, y después de muertos, y aunque no lo creas siempre falta "33 grados" !!!, esta relacionado ese numero con lo "místico, arcano, sibilino, secretismo, subrepticio y esotérico" y especialmente con la "Masonería" = (Pirámides todas están construidas con los 33 grados de inclinación en sus ángulos) ; para entender tus "incógnitas" tienes que aprender y entender la "Inteligencia Cuántica", allí con facilidad comprenderás lo que te preocupa... está interesante tu prosa, te felicito, y saludo Afro d'Olivan.

 

Aisha, saludos. No quisiera entrar demasiado profundo en un debate, pero me gustaría señalarle algo.

Esa clase de pensamientos que hacen necesaria la existencia del alma o de un dios son solamente necesidades y debilidades de nuestro Ego. Es por supuesto algo natural, pero no racional. Ser objetivo implica tomarnos a nosotros mismos como simples observadores y no precisamente como el centro del universo. El antropocentrismo no tiene lógica en un universo tan vasto y tan antiguo. Pensar que es necesaria la existencia del alma como algo moralmente imperativo no hace que el alma tome existencia como algo más que una idea o un símbolo.

También le recomiendo revisar con esmero los estudios evolutivos y le aseguro que encontrara muchas más respuestas y también refinara sus muchas preguntas.


Por cierto, yo utilizo el Símbolo del Alma como nuestra Esencia, lo que nos define, y el Símbolo del Espíritu como la acción, el movimiento del Alma. Pero no creo muy probable que el alma pueda existir más allá de las interacciones físicas, moleculares y celulares que nos forman como seres vivos.

Hasta luego.