Sobre la fantasía de ser un escritor famoso y otros malos hábitos

Llevo todo el día metiéndome cigarrillos. Hace tiempo que había dejado de fumar pero decidí dejarme llevar un poco. También he estado metiéndome cerveza. No me gusta tanto como antes pero sí es mi bebida alcohólica por excelencia. Tengo ganas de probar algunas pastillas aunque algo me dice que no me sabrán tan ricas como el alcohol o el tabaco.
El motivo por el cual dejé los malos vicios fue la terapia psicológica. De alguna manera llegué a la conclusión de que me desconectaban de mi verdadero ser. Además, cuando era estudiante universitario bebía como un hijo de puta y achaqué mis problemas de salud mental a esa actividad. En días como hoy tengo la sospecha de que se relacionaban con mucho más que el alcohol y el tabaco. Había otros chicos que bebían y fumaban más que yo y no acabaron tan pirados.
De aquellas salía con una chica que se llamaba Iria. Yo nunca he sido un hombre muy ligón pero tuve la suerte de salir con ella. Incluso se llevaba bien con mi familia.
Cuando la relación terminó yo sufrí mucho. Tardé años en recuperarme, y si cuando salía con ella le daba bastante a la botella y mi apariencia personal además de mi higiene tenían mucho que mejorar, cuando me dejó la cosa se complicó todavía más. Me pasaba semanas bebiendo y sin ir a clase además de sin dirigirle la palabra a nadie. Mis compañeros de piso a penas sabían de mí. O sea, era otro estudiante más al estilo el guardián entre el centeno. Hasta aquí, nada nuevo. Podría ser el argumento de una novela de wattpad más. Aunque ahora que echo la vista atrás, sospecho que mi obsesión más dañina no fue mi desamor por Iria ni tampoco el alcohol o el tabaco. Puede que hasta todo ello tuviera su razón de ser. Creo que lo que más daño me hizo fue mi obsesión por convertirme en escritor. Y además, la megalomanía de verme a mí mismo convirtiéndome en una especia de Tolstoi coruñés; cuando nunca había leído una novela de Tolstoi y ni siquiera me apasionaba la lectura. De hecho, sigue sin ser una gran pasión a día de hoy. Tampoco le dedicaba mucho tiempo a escribir.
A la fantasía de escritor maldito se le puede añadir la de adolescente gótico autodestructivo. Por lo de la victimización digo. Aunque yo no me cortaba claro, no le veía sentido. Solo bebía. Y bebía solo. De hecho, mis amigos bebían bastante más que yo cuando salían de fiesta, pero yo no tenía tanto aguante. Aunque siempre estaba agotado y comiendo comida basura.
A día de hoy he sustituído esa obsesión mental por la de los libros de autoconocimiento y terapia. Voy por ahí predicando sobre autoconocimiento y desarrollo personal como si supiera algo. No sé una mierda. Tampoco sé sobre ser escritor. Ni escribir. Si publico es porque me encanta que me lean. También me gusta ir a terapia para que me escuchen. Los patrones se repiten.
Queridos lectores, prometo comentaros vuestros escritos en cierta medida. Este sitio es una bendición para mí porque en Wattpad no me lee ni cristo. Un saludo a todos.