Sobre la linea del horizonte

El sol andaba haciendo equilibrios sobre la linea del horizonte
cuando la noche cogió su pincel y empezó a pintar estrellas
en el techo de la habitación de aquel hotel que compartíamos.


-Detrás de mis ojos late un corazón
que necesita verte a cada instante para seguir creyendo en la luz,
debajo de mi piel fluye un río de sangre
que no va a ninguna parte si tú no navegas en él.
Dije a aquella mujer que había conocido
en la barra de un bar tan solo un rato antes.

Con suma delicadeza cerró mi boca con un beso de sus labios;
-veo que no tienes mucho que hacer por aquí, susurró,
¿por qué no inventamos un futuro solo para nosotros
hasta el amanecer?
me apresuré a contestar que sí y nos fundimos en un largo abrazo;
-¿hasta el amanecer de que año?, pregunté,
no lo sé,
dejemos que el destino tome esa decisión por nosotros,
ahora calla y bésame.
***
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Muy natural esta forma de aceptar el amor, gran suerte para ambos. Saludo cordial y con mi afecto y mejores deseos. Julius 1200

 

Bella historia de amor para una noche puntual o quien sabe...eso el poema lo deja en el aire. Me ha gustado amigo Osidiria. Un abrazo. Paco.