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Sobre Nubes

Tema en 'Prosa: Filosóficos, existencialistas y/o vitales' comenzado por Crivas92, 10 de Febrero de 2014. Respuestas: 3 | Visitas: 709

  1. Crivas92

    Crivas92 Poeta recién llegado

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    29 de Enero de 2014
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    Hombre
    Esto que escribí llegó a mí en una etapa de transformación, es el poema en el que más se ve reflejada mi vida hasta ahora. Sin más que añadir: Sobre Nubes.

    Sobre nubes camino,
    Dando brincos, contento.


    Canto, salto, grito,
    Nubes suaves, felices.


    Sobre nubes camino, pero no avanzo mucho,
    Pero que importa avanzar, si no hay mucho más aya,
    Solo brinco, salto, grito, sonrío.


    Veo algo a lo lejos,
    Coloco la palma de mi mano abierta, horizontal sobre mis ojos,
    Ese algo que siempre he deseado,
    Se encuentra ahí al frente mío.


    Contento corro, con todas mis fuerzas,
    Las nubes son suaves, avanzo muy poco,
    Ese algo se aleja y me desespero,
    Corro y corro, pero no avanzo,
    Las nubes se empiezan a romper bajo mis suelas,
    Siento que me hundo entre ellas,
    Yo sigo moviendo mis piernas sin avanzar, solo me hundo.


    De pronto no hay nubes debajo mío y caigo en un cuarto obscuro,
    Las paredes sucias y despintadas,
    El piso frío de concreto me enfría las manos y las rodillas,
    Y yo siento dolor, mucho dolor.


    Mi cuerpo me pesa,
    Me cuesta levantarme,
    Unas lágrimas se resbalan por mis mejillas,
    Mis ojos rojos, me entran ganas de gritar pero no puedo hacerlo.


    Nunca sentí tanta rabia,
    Tanto dolor,
    Tanta desesperación,
    Era la primera vez que conocía ese lado del mundo.


    No me quiero ni levantar,
    Solo quiero quedarme ahí,
    Acomodarme a la fuerza que me jala hacia abajo,
    No tiene sentido luchar contra ella.


    Pasan días,
    Siento como si mi cuerpo ya no se pudiera mover,
    Ya no siento dolor, ni miedo, me empiezo a sentir bien,
    Que sentido tendría levantarme ahora?


    Unas hormigas revolotean sobre mi cuerpo,
    Pero no me incomodan,
    Una cucaracha entra dentro de mi camisa sucia,
    Pero ya no le tengo asco, ya nada me da asco.


    Pasan mas días y todo sigue igual,
    Ya todo está bien,
    No siento ganas de nada,
    Así que no hay forma de sentir temor, dolor ni miedo,


    Entonces una luz aparece sobre mí,
    Con esfuerzo miro sobre mi cabeza,
    Ese algo que vi antes, que tanto había deseado,
    Ahora lo veo muy grande, inalcanzable, imposible.


    Se empieza a alejar,
    Y unos brazos negros salen del suelo y me agarran,
    Siento un cosquilleo y los veo,
    Un miedo me recorre la espina dorsal,
    Y siento como me jalan hacia abajo,
    Mi cara se pega al suelo y lo atraviesa,
    Yo cierro los ojos, me da miedo mirar.


    Con fuerza me intento librar,
    Agarro las manos e intento moverlas,
    Pero son duras y fuertes,
    Me atan como sogas y no me dejan mover,
    Empiezo a sentir un olor asqueroso,
    Una mezcla de huevos podridos y mierda,
    Y un aire frío que me congela las orejas,
    Entonces abro los ojos.


    Frente a mí veo un piso lleno de ojos que me miran directamente,
    De entre los ojos salen los brazos negros,
    Este piso se mueve y sangra,
    Los ojos rojos se abren y cierran a diferentes tiempos,
    Yo sudo del miedo, un miedo que no me deja mover,
    Que me causa dolor,
    Mis manos se paralizan y empiezan a temblar,
    Entiendo que si no hago algo ahora ya no voy a poder salir.


    Entonces, todos los ojos se abren y miran hacia un lado,
    Yo también lo hago,
    Y veo un hombre vestido de una túnica negra caminando hacia mí con la cabeza baja,
    Tiene unos brazos de color azul obscuro con rojo,
    Llenos de venas y muy largos,
    Entonces, estira uno hacia mí y me agarra del cuello,
    Y con una sonrisa y una voz gruesa y asquerosa me dice:


    Este camino lo elegiste tú, ninguna fuerza te jaló hasta acá, tú mismo me llamaste. Y su cabeza empieza a temblar, lentamente, una vena sobresale por su frente, sus ojos muy abiertos y grandes me consumen con la mirada.


    Entonces entendí.


    Con todas mis fuerzas grité mientras separaba mis brazos que estaban atados por los miles de brazos negros,
    Sentía que mis músculos no podían soportar un refuerzo tan grande,
    Sentía que mis ojos estaban a punto de salirse,
    Vi como los brazos negros se rajaban y gotas de sangre salían de ellos,
    Rompí los brazos, litros de sangre bañaron mi cuerpo,
    No sentía dolor, ni miedo, solo adrenalina.


    Cogí la muñeca escamosa, delgada y fría que me cogía del cuello y la rompí,
    Rápidamente el encapuchado movió la otra y la agarré,
    Los ojos del piso se movían hacia diferentes lados,
    Unas bocas aparecían entre los ojos gritando de dolor,
    Me sudaba todo el cuerpo,
    Entonces vi hacia arriba, el cuarto donde me encontré sin moverme por tanto tiempo se veía hermoso ahora,
    El polvo suspendido en el aire reflejaba los rallos del sol que se filtraban por las rajaduras de las maderas que cubrían las ventanas,
    Con fuerza me levanté y escalé los brazos negros que intentaban agarrarme sin éxito.
    Al llegar al cuarto salté y caí sobre el piso,
    Una buena cantidad de polvo se levantó,
    Giré la cabeza y vi una puerta que nunca antes había visto,
    O que no había querido ver,
    Con fuerza la abrí y di un paso afuera.


    En frente mío vi aquello que siempre había querido tener,
    Corrí hacia él mientras este se alejaba,
    En el camino mucha gente con mirada perdida me empezó a seguir,
    Corrimos juntos por el suelo de concreto, después llegamos a un terral con un camino de trocha, después un campo, un bosque y finalmente una colina,
    Cada vez aquel objeto estaba más cerca,
    Entonces llegué a la cima de una montaña y el objeto se detuvo,
    Corrí hacia él, pero cuando estuve a pasos desapareció.


    Me encontraba confundido, di unos pasos en círculo, pensando,
    hasta que una voz salió del cielo diciendo:
    No te das cuenta de que es lo que has estado buscando?
    No te das cuenta de que lo has encontrado?
    Entonces miro colina abajo y miles de personas estaban mirándome,
    Entre ellas se hablaban y me sonreían,
    Algunas saludaban y otras querían venir hacia mí.


    De entre ellas salieron un grupo de niños que saltaron a abrazarme,
    Y yo empecé a llorar de alegría,
    Entonces me paré,
    Los abracé y bajé a abrazar a todos los demás.
    Una por una, abracé a esos millones de personas,
    Escuchándolos, apoyando los, amándolos.
     
    #1
  2. Chrix

    Chrix Poeta que considera el portal su segunda casa

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    Monumental, soberbia forma de escribir con fuerza y efusión, un placer pasar, grandioosa, saludos!
     
    #2
  3. Crivas92

    Crivas92 Poeta recién llegado

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    Muchas gracias
     
    #3
  4. Maldonado

    Maldonado Poeta veterano en el Portal

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    esta es tu pasión, escribir de manera tal que se logre transmitir todo tu mundo interior, y a la ves los que leen encuentran en un portal la lectura diferente y fresca de un escritor nuevo que despierta interés, nunca lo dejes de compartir, gracias

    saludos cordiales
     
    #4

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