Sois bellos ojos,¡Mortales!

Ojos cuyos niños nacieron del cielo, adoración mil dichosa, ojos de consuelo, son la vívida imagen de estrellas, belleza tal que es posible en sí menguar.

Serena es la luz de sus ojos, mostráis luz propia, no sois la muerte, ni vida cuando estáis, reclama el fuego que adula sus almas, con rayos de sol robáis cariño, aún que andáis mostrando sus miserias, vosotros no sois “traidores”.

No sois dios, pues mortales son sus cuerpos, andar siempre andando con piedades, escuchad el clamor de una voz triste; que es el cántico del corazón roto, vosotros segáis al mundo, pues sois muchos soles.

Aunque de pecadores seáis tratados, vosotros no sois diablo, aunque ángeles no parecéis, vosotros sois libres: Pues todos son homicidas, echados en un mundo ajeno, en su mismo estrago sois veneno, solo el cielo sabrá quién será cegado, del mundo serán exterminados.

Pues sois humanos…