sola (cap 1)

Los días que se avecinaban serían duros, no se sentía con fuerzas para poder enfrentarse a ellos y mucho menos en las condiciones de inferioridad en la que estaba. Por primera vez en toda su vida se sentía sola.
Andrea había tenido su corta vida de 16 años plagada de dificultades y desastres. A la tierna edad de 5 años perdió a su padre en un accidente de tráfico que casi arrebata también su vida. Con 7 años perdió a su madre que intentó salvarla de ahogarse en el rio… después de eso nadie de su familia quería saber de ella, le tenían miedo, decían que traía mala suerte y que todo aquel que la acogiera en su casa perecería más temprano que tarde. En el funeral de su madre tuvo que ver como los que asistían a darle un último adiós a su madre discutían y se la pasaban como un trapo sucio.
Al final la acogió su abuelo paterno. Él era un hombre callado y respetuoso, un tanto callado pero siempre amable, le había enseñado a llevar una casa, a comportarse en las situaciones especiales, le había comprado vestidos preciosos, y muñecas como las que nunca pudo soñar tener por la apretada situación familiar.
Durante todos los años que vivió allí, el visitante más asiduo de su abuelo era el seño Wester, era un hombre de edad avanzada aunque no tanto como su abuelo, era simpático y siempre sonreía, cuando venía a casa siempre le traía chucherías.
Cuando a los pocos meses de cumplir Andrea los 16 su abuelo murió por causas naturales otra vez volvió a suceder lo mismo. Nadie quería ocuparse de ella y ante la tumba de su difunto abuelo por el que ella lloraba amargamente todos discutían… hasta que apareció el señor Wester. Él la recogió de encima de la lapida de su abuelo y se la llevó casi en volandas al coche en el que había llegado, la dejó dormir entre hipos en el asiento trasero y cuando volvió solo le dijo:
-[FONT=&quot] A partir de este momento yo seré tu tutor.
A ella no le importó mucho, el señor Wester era dulce y considerado, siempre sonreía y la trataba bien… no pudo adivinar lo que se le avecinaba.
El señor Wester era un hombre rico, había sido muy amigo de su abuelo y este la había dejado a su cargo previniendo lo que sucedió en su entierro. Tenía muchas tierras, grandes franquicias, una mansión gigantesca y una escuela de elite para la crem de la crem, lamentablemente solo masculina. Por eso cuando él le dijo que ella asistiría a sus clases ella se sorprendió de sobre manera.
-[FONT=&quot] No pienso permitir que mi dulce niña valla a unas clases deficientes, aunque tendremos que hacer varios arreglos, tendrás una casita privada alejada de los dormitorios masculinos y clases privadas con profesores alternativos. Ya tengo encargado tu uniforme, preparada tu admisión y buscados los profesores.
-[FONT=&quot] Eso es demasiado señor- dijo ella alertada.
-[FONT=&quot] No me llames señor- dijo el sonriendo-, soy Mathew. Ahora estas a mi cuidado Andrea, tu abuelo era un gran hombre y seguro que tendrás una preparación musical envidiable, pero tu preparación académica no puede decaer y mientras esté en mi mano concederte un brillante futuro te lo daré.
-[FONT=&quot] Si, Mathew- dijo ella resignada.
Vivió durante 2 meses con Mathew, este se portó de manera inmejorable, juntos respetaron las últimas voluntades de su abuelo y desahogaron sus penas juntos antes de volver a la vida cotidiana. Pero pasaron demasiado deprisa.
Andrea había estudiado siempre en colegios normales, era verdad que su abuelo era un renombrado profesor de música y sus clases por la tarde eran lo que más le gustaba del día, pero las clases normales no eran lo suyo.
Cuando apareció la gran puerta de rejas extremadamente altas ante ella se quedó sin aliento, se estaba dando cuenta de su situación en aquel instante, estaría sola durante los próximos 6 meses en una casa ajena, rodeada de muchachos adolescentes y ruidoso y además sería la niña mimada del dueño… la sensación de estar sola se acrecentó en su pecho, no sabía que pasaría de allí en adelante.

 

Wow interensate tu historia, porbre Andre, espero la segunda parte...