Sólo Barro

Hoy que no estás, me di cuenta que solo soy una sombra, que el hombre que conociste ayer, murió. Sólo soy barro con movimiento que se desliza por las sombras, un muñeco de goma que sólo se siente vivo embriagado en un bar., una máquina de humo que solo funciona a base de nicotina, y dolor. Un rostro que tiene por antifaz ojeras y unos labios, unos labios erosionados por falta de amor.
Y pensar que hasta ayer, era para mi toda una aventura la vida, que la felicidad se colaba por mis poros y me creía bendito al ser guiado por tu luz.
¿Porqué te fuiste? no me cansaré de preguntarlo, a ti y a Dios.
Cuando desperté esta mañana, la duda de creer que yo fui el culpable me acompaño y el remordimiento me sirvió el tinto que hasta ayer, me lo servías tú.
Esta carta que hoy te escribo refleja mi dolor, no se si puedas sentirla, pero lo que trato de decir, es que aun siento por ti, un infinito amor.
¿Recuerdas nuestros planes?, no dejo de imaginar a nuestros niños saltando en los muebles, durmiendo por tus cuentos y haciéndome preguntas que no podría contestar. Nuestro pastor ingles mordería mis zapatos y tu me despertarías como siempre, con un beso.
Estoy vacío, dejaste en mi un agujero que solo la muerte podrá sellar…
¿Sabes qué es lo que más me hiere?, que hayas cambiado nuestra pequeña casita en el campo, por una fría lápida en el jardín de los recuerdos, en la que sólo estás tú…
¡Dios, Dios! ¿Por qué murió? ¿Por qué me la quitaste?...
Aunque no puedas oírme quiero que sepas, que esta noche, ¡Te lo juro!, esta misma noche te acompaño yo….