Sólo era un puerto cualquiera.

Era sólo un puerto cualquiera,
al que no quiero regresar,
del cual zarpé en la primavera,
sin volverlo a ver ni imaginar.

Era sólo un puerto cualquiera,
te juro no tenía nada de especial,
un monumento a una vieja era,
ni astillero ni nada escencial.

Hoy me alejo cada vez más de alguna orilla,
sin lograr en ningún puerto atracar,
visitando bahías,
sin la intención nunca de anclar.

Era sólo un puerto cualquiera,
al que mis amarres se acostumbraron a aferrar,
en aguas profundas ahora estoy a la espera,
de que otro barco me acompañe esta vez a navegar.

 

Bello poema envuelto en un sentimiento de nostalgia pero con final esperanzador! Felicitaciones, amigo poeta! Un abrazo

 

Muchas gracias Miguel, un honor tenerte por acá en mis letras

 

La nostalgia es bandera del naufrago...
Un placer, saludos cordiales.