somewhere far, beyond...

A lo lejos se ve brillar el arcoiris, sobre nubes negras y una densa bruma. Quizá sea el último que vea en toda mi vida. Quizá mañana el mundo implosione y se reduzca a cenizas. Qúién sabe. Y entre este ruido infernal, abarrotado de gente, que huele a humo y sudor, donde nadie es nadie y todos somos una turba de miles de números sin identidad que pululan entre los andenes del metro y el tren. Cada uno con su dirección y sus prisas grabadas en la mente, recitándolas día a día como un rosario, sin entender muy bién por qué te levantas día a día a hacer un trabajo con el que no estás conforme, sumido en sin fin de reflexiones absurdas sobre las modas, el calor, el tiempo... Cuanta prisa tenemos todos. Siempre estás rodeado de gente distinta, pero que hablan de lo mismo. La gripe aviar, lo mal que va el pais, en vez de preocuparse por lo que de verdad importa. Hablando de vanalidades y superficialidades, cosas que en el fondo es como no decir nada. Sin embargo, en la más absoluta de las soledades, yo pienso en ti. Es dificil comprender una existencia sin un ser ansiado, querido, amado y añorado con lo poco que me queda de mi corrupta y futil alma. Qué inutil me siento cuando escribo estas disertaciones sobre mi estupidez y lo mucho que te echo de menos y lo poco que te veo. Pero que quieres que te diga, si es lo que siento.

Algún día lejano, más allá del bien y del mal, del tiempo, somewhere over de rainbow, nos volveremos a encontrar