Son letras, nada más

Son letras que bailan en armonía con un mensaje en los labios.
A veces el poema es un recuerdo vivo, otras un presente real,
a menudo una emoción que se derrama. Algo quiere decir más
allá del día, la liturgia de una frase, el corazón de una estrofa,
el ritmo que juega, se esconde, te acuna, son voz en susurro
o alegre canto si el aire trasmite la pulsión recitada. El poema
intenta ser un universo en las líneas de un papel, miente a su creador,
se burla de su sueño de perfección, ríe cuando la última palabra
agoniza en un final sin luz. El poeta sabe que no hay un ángel que guíe
su pluma, ni un eco que le responda, ni otro triunfo que el olvido.

 

¡Cuantas veces he sentido que los poemas hacen lo que quieren conmigo! Y el dolor también de saber que más tarde o más temprano seré ignorado. Pero más efímera es la vida del que calla, una leve esperanza hay en la poesía de perdurar, de resistir en un grito feroz desde las garras de la muerte. Ser un poco de luz en el camino, para los que cantar no saben, o no pueden. Yo soy el primer sorprendido en los versos que escribo, sino pasa eso, nada pasa y jamás existió el poema, solo habrán nacido letras para el fuego. Creo en que en tu voz poética profunda vive la eternidad, o al menos, como en todos nosotros, la ilusión de perdurar, en un universo diseñado para el olvido.

 

Un abrazo amigo Ramón, desde este lugarcito que ya sabes, acá; muy al sur de América, llamado Mendoza.

 

Son palabras efectivamente estimado poeta, palabras que llegan más allá del intelecto, que penetran el corazón y el alma.
Felicito tu inspiración
Un abrazo fraterno

 

Me gustó tu comentario, Gustavo. Todos tenemos la ilusión de perdurar, pero, solo es eso, una ilusión. Gracias y un abrazo.

 

Claro amigo. Un abrazo.

 

Estoy de acuerdo con tu comentario y agradezco la visita y la felicitación. Un saludo cordial.