Sótanos

El sonido de los árboles, la palabra contenida en el viento, la cara oculta entre las nubes.

Detrás de todos los estados me refugio. Tal vez asimilando un destino.

Inhóspitos los espacios.

Me aturde el silencio.

Necesito abstraerme de los cuentos que se autoconstruyen, ligando puentes aleatorios desde las calles de mi mente, hasta la imaginación emergente.

Para no justificar los fantasmas ocultos en sus miradas. No deberé interpretar ya los pensamientos de quienes me asedian.

Me ocultaré en unos pocos sentidos y viajaré por las hendijas de mis pequeños abismos emocionales hasta que cese la nada.

Los espejos líquidos me invitanrán desde allí a reconocerme entre las sombras.

La muerte viajará hasta mí en pequeñas dosis de consternación, se camuflará confundiéndome, seducida por mi desintegración pautada, siempre se impone con necrorelatos, desatando la fantasía sideral de mis sótanos internos.

¿Quién sabe hasta cuándo?