Soy yo, ya estoy aquí

Conectividad abrasiva, resbaladiza, instantánea, consanguínea.
Vomitivos coléricos, versátiles momentos abstractos de mis días.
Nadadores horripilados por las garras de mis ansias de llegar.
La costa esta cerca, es retorcido ese muro incierto, que me obliga.
Fui engendrado en la búsqueda del vacío, en las llamas del delirio.

Calores y desdenes, abrigos y sostenes, raros híbridos contextos.
Suficiente para verte, luz blanca de mis posibles días, calmante de mi osadía.
Mundo acuoso que me liberará, hacia el futuro que espero, aunque inseguro, en tridimensionales inciertos, claros, sin aliento, sin deseos de hacerlo; quiero volver a vivir en ti otro día.

Música de tus latidos, claro vestigios de mis agonías, que manifiesto con movimientos; mido tus miedos, cuando no los tengo, se de tu angustia si permanezco tieso.
Se que me queda poco en tus adentros, ya te veré de frente, y sonreiré al hacerlo.
Solo calma el dulce néctar, que llega y mantiene el suspenso, en formato de alimento.
Pondrás tus manos en mi cuerpo y sabré que no estoy solo, como lo estuve allí adentro.
Tendré la capacidad de entenderte, como lo hice en nuestra interconexión manifiesta.
En tus brazos volatilizaré el experimento, de ese que tanto me contaste en este corto, largo, incierto tiempo.
Sabrás en que instante habré comprendido.
Solo tomaré uno de tus dedos y no estaremos solos nuca más, no obstante te diré, con una mirada tibia, que soy yo, que ya estoy aquí.