Sucesos de fantasmagoría I

Hoy me pinté como un títere en el parque. Y me he observado, sentado con las manos al azar. Como si esperase la bendita cordura de tus brazos. Como si anhelara el motor de aquel vehiculo, tu corazón. La misma sonata en mi mente, Debussy. Los mismos carros con sus aceites embriagantes. Las mismas hojas que caen. Los árboles que vuelan en el círculo de sus pubertades. Y hoy vi, hombres y mujeres vestidos de color marrón, y la tarde era más triste. La tarde era más triste porque era azul y al rato oscura, pero no llovía. Y era nostálgico que aquellos hombres que veía lloraban de la alegría y estaban mojados. Pero yo estaba seco, y al aire seco es caliente en su composición. Pero no tenía calor, y tampoco frío. Entonces concebí que unos brazos funerarios me abrazaban pero ni siquiera eran los de él. Eran huesos y falanges de otras gentes, eran movimientos de otras bocas, sonidos que no comprendía. Entonces salí muy de prisa pero el parque ahora estaba cerrado. Y me devolví con la misma velocidad, y en la banca estabas tú. Sólo que esta vez no fuiste materia, fuiste una imagen que obturé con mi flash, y me quedé contigo…

 

Un relato interesante, onírico, de imágenes logradas. Su riqueza mayor la encuentro en la brevedad con que describe la sorpresiva situación. Muy agradable. Vale el aplauso!!
Eduardo.

 

Mil gracias Eduardo por su interpretaciòn,

un saludo.

 

Bueno, sí con tu disfraz eras parte del elenco de esa comedia comentada,es natural toda esa interesante experiencia, en ese cuadro lleno de circunstancias, para una tarde de todos los colores, todos los matices, en fin con todo lo que dices, por supuesto en una prosa excelente digna de un poeta. Felicidades Jocksell, gusto de verte de nuevo. Crimolem.

 

Mil gracias por su agradable lectura,

un abrazo.