Sueño de plenilunio en el desierto

Sueño de plenilunio en el desierto​

Era un lugar desértico, lejano,
noche de plenilunio clamoroso;
cayó del cielo un ángel, fuerte, ufano,
de aspecto minotáurico, fibroso,

solo un asta frontal, unicorniano
como rinoceronte portentoso;
hacerlo manso fuera intento vano,
era tanto temible como hermoso;​

agité un trapo rojo con la mano
y con un trote rápido y garboso
ese animal tan fieramente humano​

vino hacia mí ligero y presuroso
y por darle la espalda, temeroso,
la primera cornada fue en el ano.​

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ja,ja,ja, que me muero de risa Juan eres increíble.....que buen soneto como no viniendo de ti,marga

 

Encontrarse con este soneto tan bien elaborado verso a verso, con ese aire tan mitológico, que particularmente me atrapa, buscando seguir leyendo para conocer el desenlace y conseguirse con este fin inesperado, no es para menos que desencajarse de la risa, la verdad que lo he disfrutado mucho, ademas de haber apreciado la finura como has manejado todos los versos, me ha gustado mucho, felicitaciones y un saludo.

 

Si te dijera, Luis, cómo me llegó la idea para hacer este soneto no te lo creerías: fué después de leer el poema de Gerardo Diego "Ángeles de la gloria en Compostela", (que me encantó) que le dejaste a Pablo cuando le comentaste su poema "Uno de mis primeros sonetos". Me dije entonces: si don Gerardo le dedicó un soneto a"Los ángeles de la Gloria", por qué no hacerle uno a los Ángeles caídos; esa idea que en un pricipio quería plasmar con nombres de varios "ángeles del infierno" en similitud con el poema de G. Diego, una vez comencé su elaboración "se me escapó de las manos" y tomó finalmente esta forma que has leído aquí. No es la primera vez que me pasa eso e incluso hice algún soneto recientemente (La mano que conmina) en donde venía a decir en versos lo que te explico aquí en prosa, aunque seguramente aquello era también prosa disfrazada de versos que es lo que suelo hacer.

En cualquier caso no descarto la posibilidad de retomar la idea de hacer un soneto a los ángeles caídos, que tienen el encanto de los perdedores y se lo merecen por rebeldes.

Gracias por pasar y por tu favorable comentario.

Saludos cordiales.

 

Gracias Marga; me alegro haberte arrancado una sonrisa con este poema.

Un saludo cordial.

 

Hola, Juan Ramón. Me gustan especialmente estos sonetos "oníricos" o "irreales", de asunto irreal o fantástico, que nos regalas a veces (ya te he leído algunos). En éste destaca la profusa adjetivación desplazada "a la derecha" (hacia el final de verso), que acentúa su carácter descriptivo y visual. Saludos.

 

No sabes lo agradecido que te estoy por este comentario, Arnet; pensaba que este soneto podría entrar en el malditismo por ese último verso; espero que así no sea.

Un abrazo.

 

Estos versos son de ese tipo que te he comentado en otro hilo, de los que inicio con una intención y acaban siendo otra cosa, Si lees mi comentario a Luis verás qué es lo que originó este soneto. Caprichos de la musa.

Gracias por pasar y por tu análisis.

Saludos.

 

O sea, que tras esa primera embestida innoble y a traición, inerme y desprovisto de todo parapeto, te dejó hecho unos zorros. Y es que existen acometidas muy próximas a la sodomía salvaje difícilmente evitables en todo descuido, en situaciones imprevistas de ese jaez. En circunstancias tan terribles lo mejor es apretar los ojos y que sea lo que Dios quiera.
Más allá de la chanza, querido poeta, tu soneto me ha parecido de cine, realmente bueno.

Fuerte abrazo.

 

Que conste Vicente que entre las muchas imágenes oníricas de este soneto, podría decirte que esa del último verso es la única que está basada en una imagen real sacada del mundo taurino; en una ocasión un toro embistió por detrás al torero en un descuido y el asta entró por esa (no) salva parte. Esa imagen , insisto, no fue inventada pues yo vi la foto de esa cogida.
Y te dire más, aunque algún lector lo ha interpretado como broma de cierre (admisible interpretación por otro lado) no fue esa mi intención al hacer ese verso; el hecho de poner "ano" fue como para romper una espcie de tabú que tenemos con ciertas palabras, porque ¿no es el ano una parte más de nuestro cuerpo?; seguramente si hubiese puesto " la primera cornada fué en la mano " nadie se hubiese extrañado, pero es que una cornada en esa (no) salva parte tiene muchas más implicaciones, evidentemente. Ahí, sinceramente, quise ser más rompedor que humorístico y además, como estaba describiendo un sueño ¡vete tú a saber las interpretaciones freudianas de dicha imagen!, jajaja... ya tú ves, ahora si le he sacado el filón humorístico a esa trágica cogida.

Gracias por tu visita y comentario, amigo.

Salud

 

Desde luego es una pesadilla aterradora la tuya, Juan Ramón. Conozco la tremenda cogida que mencionas. Es verdad que el ano no es más que una parte de nuestro cuerpo como otra cualquiera pero ya sabes de la guasa humana: incluso en situaciones dramáticas el ser humano le saca punta jaranera a tan oculto y delicado orificio.

Gracias a ti por tu proximidad.

Un abrazo.

 

Anatómica y fisiológicamente sí, pero ya que mencionas a Freud, hay que aclarar que el ano juega un papel psíquico determinante en la configuración del psiquismo humano (como la boca o los órganos sexuales), mientras que otras partes del cuerpo no lo hacen: ahí están las fases oral, anal y fálica que describió Freud.

De modo que psíquicamente no es una parte más del cuerpo como otra cualquiera, sino que es una parte altamente significativa y distinguida. No es extraño, por tanto, que la palabra que lo designa esté rodeada (como él) por ese tabú que mencionas y que has querido transgredir con el último verso. Si fuese sólo una parte más, no habría nada que transgredir. Saludos.

 

Tú lo has dicho, Pablo, fue ese ánimo transgresor el que me llevó a usar ese término, pero bueno, puestos encontrar significados freudianos a otras partes del cuerpo, como bien apuntas, se pueden hallar, por supuesto, en esa fase oral en los labios que tienen una función fundamental y no por ello están ignorados por la poesía. El falo, también, de alguna manera más o menos metafórica, se trae a colación en algunos poemas de tono erótico. También yo podría haber usado ahí una metáfora para no poner una palabra tan poco poética, pero ¿dónde hubiese quedado mi ánimo transgresor entonces?. Miguel Hernández me abrió una puerta con los calzoncillos que descubrí en sus octavas y una vez que se abre una puerta nunca se sabe lo que puede entrar...

Gracias por volver.
Un abrazo.

 

Cómo me gustan estas fábulas mitológicas, y más si es versada.
Ha sido un placer leer tusiempre bella poesía. Un abrazo amigo.

 

El placer es mío por saber que me lees y dejas tu huella aquí, estimada poeta.

Gracias Marah.

Un abrazo.