Sueño

Caminaba por un sendero de tinieblas atravesando un lúgubre bosque contaminado, negro, donde las aves no cantaban. Donde los sueños se disipaban entre la bruma negra. El aire olía a cerrado, a viejo, a podrido. Haciendo un esfuerzo, caminé mientras mis pies se esforzaban por no hundirse en el terreno pantanoso y ser devorado por el fango. Cuanto más rápido me movía para llegar a la luz del final, más se alejaba de mi. Y allí estaba yo, sólo, sin nadie a quien poder pedir ayuda y sin nadie a quien poder ayudar. "Me lo tengo merecido" pensé, "al fin y al cabo has sido tú quien te has metido aquí".
Con un último esfuerzo, avancé, esta vez decidido a salir victorioso o perecer en el intento. dejé de vagar por cualquier lado con desgana y puse rumbo a mi objetivo, rumbo hacia la luz.
Tras no pocos problemas, llegué a una puerta cerrada, sin ningún tipo de cerrojo o pomo para abrir. Tan sólo un pequeño cuadro tallado donde se leía lo siguiente:

"Tan sólo los merecedores del descanso pueden pasar. Escribe con tu sangre tu salvación y podras pasar. Si no, pudrete en el infierno de la soledad"

Corté con un pequeño cuchillo que llevaba en la mochila la llema de mi dedo índice, y escribí tu nombre.

Entonces desperté, y vi que, aunque no te tenía a mi lado, estabas muy dentro de mi.