Sueños

Año 2013: Nadie está seguro de cuando comenzó todo, algunos ni siquiera se ponen de acuerdo sobre quién fue el que tuvo el primer sueño. Se dice que los primeros soñadores fueron declarados locos y encerrados en manicomios años antes de que nos diéramos cuenta de su importancia.

La primera persona de la que tenemos constancia que tuvo uno de los sueños y a la que todos los investigadores dan como buena. Fue la Señora Margaret Sater, distinguida dama de la alta burguesía inglesa del siglo XIX. Nacida en Saint Peter, educada en la fe católica, casada con Lord Austin Better, tuvo su primer sueño a la edad de cuarenta y dos años según relata en sus memorias y a partir de ahí, el sueño se repitió a lo largo de toda su vida, apareciendo y desapareciendo sin conocerse el motivo. Al principio la Señora Sater no le concedió ninguna importancia y lo ocultó, pero con el paso de los años empezó a creer en lo que veía, se volvió una ferviente católica, narró sus sueños a su marido e hijos, a sus amistades, a sus conocidos, con el tiempo a todo el que quisiera escucharla. Llegó su obsesión a tal punto, que creyó que el mismo Dios le hablaba en sus sueños y que debía avisar a los hombres que el Apocalipsis se aproximaba. Finalmente, su marido e hijos tuvieron que internarla en un sanatorio psiquiátrico a la edad de cincuenta y tres años por considerarla loca y allí pasó el resto de su vida. Este caso, es particular porque dicha mujer llevaba un registro minucioso de su vida a través de sus diarios personales y algunos de ellos han llegado a nuestros días. También, porque fue sometida a un completo análisis psiquiátrico por los médicos que la atendieron.

El caso de la Señora Sater se puede decir que es un modelo, una pauta que se repite en la mayoría de los casos que se han detectado. Una persona aparentemente normal que, de repente y sin motivo aparente, comienza a tener extraños sueños que aparecen y desaparecen de forma cíclica, que provocan que su entorno crea que esta desequilibrada y opte por internarla en algún centro para enfermos mentales o la oculte de la mirada de los otros por vergüenza. Lo extraño de todo esto es que según análisis posteriores dichas personas estaban total y absolutamente cuerdas en la mayoría de los casos y sólo ráramente mostraban algún signo de demencia.

El segundo caso de importancia del que se tiene constancia es el del Señor Xu Miao, catedrático de Historia Antigua de la Universidad Nacional de Pekín. Nacido en Chin Jao, ateo confeso y comunista acérrimo, tuvo su primer sueño a la edad de cincuenta y ocho años en el año 1989 tal y como relata en sus memorias. A través de él hemos tenido acceso a un estudio más amplio y variado sobre el tema de los sueños. Hombre hecho a si mismo y con una gran autoridad, dedico su vida a describir los sueños y a encontrar su significado, busco además a más soñadores algo que no se le había ocurrido a nadie hasta aquella época. Por supuesto, no tuvo éxito, no disponía de medios, la mayoría de sus trabajos tuvo que hacerlos a escondidas para no ser tachado de loco. Por lo que sabemos en aquella época los sueños afectaban a un porcentaje muy reducido de la población, pero a pesar de todo fue el primer soñador que realizó un estudio exhaustivo de sus sueños y estaba convencido de que encerraban un mensaje desconocido. El tiempo le dio la razón, los sueños son importantes porque transmiten un mensaje, un mensaje que aún no hemos podido a descifrar.

Son muchos los que aseguran en nuestros días, que estos sueños se vienen repitiendo desde el origen de la humanidad y que los soñadores existieron siempre como locos, iluminados, brujos, chamanes, videntes, etc. Puede ser que sea cierto, multitud de libros religiosos de épocas antiguas describen el Infierno, el Apocalipsis, el horror y la muerte, pero nadie sabe si estos libros fueron escritos realmente por soñadores de la antigüedad. Lo que si sabemos, es que los sueños se hacen cada vez más frecuentes y que el porcentaje de población afectada crece sin parar desde hace décadas, quien sabe si desde hace siglos o milenios. Hace diez años cuando se dio veracidad a la existencia de los soñadores, el porcentaje era de un soñador por cada millón de habitantes, hoy, la cifra es de un soñador por cada cien mil habitantes y algunos de nuestros científicos aseguran que llegará un día en que toda la humanidad tendrá el sueño y eso es algo que aterra a cualquiera.

¿Y que es el sueño? Una advertencia, un mensaje, un aviso de que algo va mal, tremendamente mal, que nuestro mundo, nuestra civilización, nuestro planeta va a morir si no se remedia de algún modo. El recientemente creado Organismo de Supervisión de Sueños y Soñadores, integrado en la ONU y con sede en el Cairo, es el encargado de recopilar todos los sueños, de registrar a todos los soñadores, de investigar qué es lo que causa los sueños, de averiguar qué o quién esta detrás de ellos y sobre todo por qué nos han sido enviados. Son diversas las teorías existentes sobre el tema pero todas coinciden en la importancia de los sueños, ya que anuncian un cambio extremo, radical, al que la humanidad se va a ver abocada. Pero, ¿cuál?. Esa es la pregunta.

Los primeros sueños de los que tenemos noticias, lo cual no quiere decir que no hubiera otros antes, son aquellos donde el soñador se despierta en medio de un desolado paisaje de edificios en ruinas:

Sueño 1:

Me despierto en un lugar extraño, rodeado de ruinas de lo que parecen antiguos edificios con hierros y rocas fundidas entremezclados que se extiende más allá de donde llega mi vista. Es de día, o eso parece, pero una nube de polvo en suspensión se me mete entre los ojos por lo que levanto las manos para protegerlos. El cielo de un color rojo anaranjado es más propio del anochecer o del amanecer pero no tengo esa sensación, el silencio es ensordecedor, nada se mueve, el polvo rojo y la arena lo cubre todo, comienzo a andar para intentar comprender donde me encuentro, es difícil respirar, grito preguntando si hay alguien cerca pero solo consigo que entre arena en mi boca, no obtengo respuesta. Empiezo a sudar, hace mucho calor, siento una enorme sed pero no encuentro nada para beber, sigo avanzando entre escombros y cascotes de viejos edificios, ahora sé que estoy recorriendo las calles de una gran ciudad en ruinas, observo aquí y allá signos de una actividad humana ya lejana; unos restos de un coche aplastado y medio fundido, algún cartel carbonizado y destrozado, una vieja ventana que aún resiste en la primera pared que veo intacta... Sólo un pensamiento viene a mi mente, parece la destrucción provocada por una bomba nuclear, pero es sólo una imagen que mi mente asocia con tal destrucción. No hay signos de vida, ni hombres, ni animales, ni plantas, parece que han pasado horas desde que recorro estas ruinas, la desolación sigue y sigue, parece no tener fin. La ciudad es gigantesca, no creo haber dado círculos, no, he seguido recto sin detenerme pero solo encuentro destrucción y vacío, nada más....

También hay otros sueños:

Sueño 2:

Me despierto, el cielo es claro, sin nubes, el sol brilla con toda su fuerza pero una suave brisa acaricia mi cara refrescándome. El día es hermoso, tranquilo, una suave calma me envuelve, todo a mi alrededor desborda vida, me encuentro en un claro rodeado de robles centenarios, los gorriones trinan y sobrevuelan mi cabeza, veo una ardilla que sube rauda por el tronco de uno de los robles cercanos y se esconde entre sus ramas. Comienzo a caminar lleno de gozo, me siento de buen humor y comienzo a silbar una melodía. Me cruzo con multitud de criaturas del bosque que parecen saludarme al pasar, yo no deseo molestarlas, les dedico un saludo y sigo andando. No tengo miedo, a pesar de que la espesura a penas permite ver los rayos solares, no temo nada, siento que estoy a salvo. De pronto, un extraño silencio me asalta, los pájaros han dejado de cantar, los animales se paran y elevan la mirada hacia el cielo, un extraña sensación, un miedo irracional me inunda, deseo huir pero estoy paralizado, empiezo a sudar, empiezo a temblar mientras fijo mi mirada en el lejano cielo que se ve entre las hojas de los árboles.....

Sueño 3:

Me encuentro solo, o eso creo, en una habitación oscura, sin luces que me permitan ver lo que tengo a mi alrededor. Me muevo a ciegas siguiendo las paredes en la total oscuridad hasta que tropiezo, un bulto blando se halla en mi camino, con mis manos lo recorro y me sorprendo al oír unos gemidos, es un niño pequeño. Le pregunto qué hace aquí y dónde estamos, no me contesta y sigue gimiendo, en esto un gran estruendo llega del techo como si mil truenos descargaran sobre nuestro refugio, al tiempo que la tierra y las paredes empiezan a temblar. El niño se agarra a mí, con fuerza, sigue gimiendo pero entre sus lloriqueos consigo oír: ¿Es esto el fin?......

Al principio creímos que el mismo sueño se repetía continuamente en todos los casos, pero como se ha comprobado los sueños son muchos y variados. Por lo que sabemos, los sueños van cambiando, primero los sueña un soñador y luego el mismo sueño se extiende a otros soñadores. En todos nuestros años de estudio no hemos encontrado ningún sueño que haya sido soñado por todos los soñadores, de alguna forma parece ser que los sueños se reparten entre todos los soñadores, en función de alguna capacidad cognitiva, no lo sabemos. Lo que si sabemos es que hay soñadores que son capaces de percibir perfectamente el sueño y otros que lo ven de forma fragmentada, borrosa. Nuestros expertos consideran que puede deberse a la existencia de alguna particularidad genética que predispone a ciertos individuos a percibir mejor los sueños...

Año 2035: Los estudios continúan sin resultados, a pesar de llevar varias décadas investigando los sueños no hemos logrado identificar el problema. Empezamos a tener miedo, más del 80% de la población ha soñado y el número y la frecuencia de los sueños no ha dejado de crecer, con lo que nos tememos que sea lo que sea que va a suceder, sucederá muy pronto, quizás, en esta década. El temor entre nuestra gente es abrumador, el sueño preside todos nuestros actos diarios desde que nos levantamos hasta que nos acostamos. El miedo se palpa en el ambiente, en las caras de nuestra gente y en las miradas. Nos enfrentamos a un misterio, a una amenaza que desconocemos pero que afecta a toda la humanidad. La mayoría ha abrazado con fervor las antiguas religiones o las nuevas que han surgido con motivo de los sueños, pero todos estamos convencidos de que el Apocalipsis se avecina. Es una incongruencia, si tenemos en cuenta que la humanidad nunca ha vivido un periodo de paz como el que disfrutamos. Muchos de los males del mundo de los que adolecía la humanidad han sido erradicados intentando hallar una solución a los sueños, pero hemos fracasado y no sabemos el motivo. Ahora, solo esperamos que no se cumplan. El último sueño del que tenemos noticia, se parece a los anteriores, aparece un paisaje desolado, vacío, muerto, durante unos minutos y luego una luz intensa y brillante procedente del cielo ciega al soñador, al tiempo que un grito de pánico de miles, quizá, millones de voces se escucha durante lo que parece una eternidad, después solo queda un total silencio donde el soñador parece quedar privado de todos los sentidos...

Año 2051: El cometa apareció en nuestros sueños hace apenas unos días, es terrible pero saberlo ha dado tranquilidad a nuestra gente, muchos han aceptado el final como inevitable. Ahora sabemos que los sueños fueron una advertencia venida del futuro, un aviso de lo que se avecinaba, pero lo hemos comprendido demasiado tarde. Hoy, día 22 de mayo del 2051 el cometa al que hemos llamado Caos, ha sido detectado entrando en nuestro Sistema Solar, por su velocidad y trayectoria impactará contra la Tierra dentro de tres semanas, cuatro días, siete horas y treinta y dos minutos. Que los Dioses antiguos y nuevos nos acojan porque la humanidad esta condenada. En un intento por salvar a la humanidad se ha acordado que todo ser humano, en el momento final de esta tragedia tenga como último pensamiento intentar enviar un mensaje de advertencia a nuestro pasado. Es una locura, no sabemos si tendremos éxito, pero por nuestra experiencia con los sueños sabemos que se ha hecho antes. Quizá, esta vez podamos cambiar algo.