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Susurros en el espejo roto

Tema en 'Prosa: Surrealistas' comenzado por Rosa Reeder, 17 de Julio de 2025 a las 10:58 PM. Respuestas: 0 | Visitas: 10

  1. Rosa Reeder

    Rosa Reeder Poeta que considera el portal su segunda casa

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    El reloj ya no tenía agujas, pero los minutos seguían cayendo como gotas de lluvia sobre el suelo de cristal. Nadie sabía si el tiempo realmente existía o si era una invención de los espejos rotos que se amontonaban en el rincón más oscuro de la casa. En las paredes, las sombras respiraban, exhalando lentamente la esencia de los pensamientos olvidados, y en el techo, los relojes derretidos formaban un río de horas líquidas que se deslizaban hasta desaparecer en los zapatos de una mujer sin rostro.

    Camino tras camino, las puertas se deshacían al tacto, dejando atrás más puertas, todas cerradas, todas vacías. Una multitud de colores flotaba sin forma, sin nombre, sin razón, cambiando en tonalidades infinitas como si el universo mismo estuviera reconfigurando su alma. En medio de todo eso, un perro con alas de papel cantaba canciones sin palabras, como si la melodía fuera la respuesta a un misterio nunca resuelto.

    Y entonces, en el último instante, cuando los árboles comenzaron a caminar y las estrellas lloraban tinta azul sobre el horizonte, ella apareció: una niña de cabello plateado que sonreía sin decir nada. Con una mano levantó el sol y lo guardó en su bolsillo, como quien guarda un secreto demasiado grande para compartir.

    En ese momento, la casa dejó de moverse, los colores se congelaron en el aire y, por un segundo, todo fue silencio absoluto. La niña miró hacia el rincón oscuro donde descansaban los espejos rotos, y, sin previo aviso, una de las piezas se alzó, flotando lentamente, reflejando… algo que no estaba allí. Algo que jamás había sido visto. Un susurro se escuchó, apenas audible, desde dentro del espejo. “No te vayas…”


    Rosa Maria Reeder
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    #1
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