Tabú

TABÚ


Estoy pensando en eso;
en ese eso que tú sabes
que sentimos a la vez.

En eso que nunca dirás,
que tampoco escribirás
y no quieres ni escuchar.

Llámalo muerte, amor,
o tal vez enfermedad...
llámalo adiós... por hoy.

Estoy pensando en eso,
que descartas sin pensar,
y jamás pronunciarás.

Que separa a los iguales,
para unir a los distintos,
hacia el atardecer.

¿Cómo será todo sin ti?
¿cómo será no esperarte?
¿y cómo no poderte ver?

Estoy pensando en eso,
en eso que te asusta,
y enmudece tu expresión.

No lo llames, ya vendrá,
a besar mis labios frios,
y a despedir la libertad.

¿Cómo será todo sin ti?
¿cómo volver a sonreir?
¿y no llorar después?

Estoy pensando en eso,
que no me deja pensar,
ni volver a despertar.

 

Métrica cuidada y depurada, ritmo fluído... y el fantasma esperpéntico de la Muerte rondando tu poema. ¿Qué más se puede pedir?

Es la primera que te leo, y me ha gustado mucho.

Cuídate. Un abrazo.

 

Muchas gracias por vuestras palabras.

Pues bien, el caso es que hay una breve aclaración circunstancial que convierte el poema TABÚ en algo verdaderamente sobrecogedor:

Es un ejercicio dramático de preparación expresiva, consistente en componer el poema, poniéndose en la piel de alguien a quien acaban de comunicar que padece de una infección por HIV.